Castellano, pregunta formulada por diazludmilasolange, hace 6 meses

“La salvación” de Adolfo Bioy Casares
Esta es una historia de tiempos y reinos pretéritos. El escultor paseaba con el tirano por los jardines del palacio. Más allá del laberinto para los extranjeros ilustres, en el extremo de la alameda de los filósofos decapitados, el escultor presentó su última obra: una náyade que era una fuente. Mientras abundaba en explicaciones técnicas y disfrutaba de la embriaguez del triunfo, el artista advirtió en el hermoso rostro de su protector una sombra amenazadora.
Comprendió la causa: “¿Cómo un ser tan ínfimo”- sin duda estaba pensando el tirano- “es capaz de lo que yo, pastor de pueblos, soy incapaz?” Entonces un pájaro, que bebía en la fuente huyó alborozado por el aire y el escultor discurrió la idea que lo salvaría. “Por humildes que sean”- dijo indicando al pájaro- “hay que reconocer que vuelan mejor que nosotros”.

2) Este cuento “La salvación” es un texto? ¿Por qué?
3) Encerrar entre corchetes los párrafos del cuento.
4) ¿Cuántas oraciones hay en el primer párrafo? ¿Y en el segundo? ¿Cómo te das cuenta cuando empieza y termina una oración?
6) Buscar en el texto tres palabras agudas, graves y esdrújulas (tres de cada una)
7) Extraer del texto (cinco de comunes, verbos conjugados y adjetivos, Abstractos: tres y colectivos: uno solo)
8) Analizar sintácticamente las siguientes oraciones, separando el sujeto del predicado, marcando el verbo y el núcleo en el sujeto.

a- El escultor paseaba con el tirano.

b- Presentó su última obra.

c- Abundaba en explicaciones técnicas y disfrutaba su triunfo.

d- El escultor advirtió una amenaza.

e- Un pájaro se posó en la fuente.
ayuda por favor es para hoy el que me responda le doy la corona y 70 puntos por la respuesta

Respuestas a la pregunta

Contestado por mleonormr10
1

Respuesta:

ya estaaa

Explicación:

Esta es una historia de tiempos y de reinos pretéritos. El escultor paseaba con el tirano por los jardines del palacio. Más allá del laberinto para los extranjeros ilustres, en el extremo de la alameda de los filósofos decapitados, el escultor presentó su última obra: una náyade que era una fuente. Mientras abundaba en explicaciones técnicas y disfrutaba de la embriaguez del triunfo, el artista advirtió en el hermoso rostro de su protector una sombra amenazadora. Comprendió la causa. “¿Cómo un ser tan ínfimo” -sin duda estaba pensando el tirano- “es capaz de lo que yo, pastor de pueblos, soy incapaz?” Entonces un pájaro, que bebía en la fuente, huyó alborozado por el aire y el escultor discurrió la idea que lo salvaría. “Por humildes que sean” -dijo indicando al pájaro- “hay que reconocer que vuelan mejor que nosotros”.

FIN


diazludmilasolange: solo lo haces por puntos
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