la resureccion de jesus es el centro de nuestra fe?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La resurrección de Jesús es la acción mediante la cual se cree que Jesús de Nazaret o Jesucristo vuelve a la vida de entre los muertos, tres días después de tras haber sido crucificado y sepultado. Se trata de la creencia fundamental de los cristianos a partir de la cual se propagó esta confesión religiosa.por lo tanto dios es el centro de nuestra fe
Explicación:
Respuesta:
La buena noticia de la resurrección ha llegado hasta nosotros a través de los Apóstoles. La resurrección de Cristo llenó de alegría y esperanza sus vidas, entonces comprendieron
las Escrituras (cf. Lc 24,45) y con valentía se dedicaron a anunciar el evangelio, y no dudaron
en derramar su sangre como testimonio de su fe en Él.
Por su parte la Iglesia, apoyada en la tradición apostólica, viene celebrando semanalmente el domingo o «día del Señor». Este ritmo semanal procede de las primeras comunidades, tiene su origen en el mismo día de la resurrección de Cristo, y su finalidad es recordar la
resurrección del Señor y encontrarse con Él en la Eucaristía (cf. SC 106).
En la resurrección del Señor celebramos nuestra futura resurrección. Ella es el fundamento de nuestra fe y esperanza. San Pablo tiene esto presente cuando dice: «Si Cristo no ha
resucitado, nuestra fe es vana» (1Cor 15,17). También dice: «Cristo ha resucitado de entre los
muertos, primicia de los que han muerto… del mismo modo que en Adán murieron todos, así
también en Cristo todos volverán a la vida» (1Cor 15,20-22). La muerte de Cristo nos libera
del pecado, y su resurrección nos abre el acceso a una nueva vida (cf. Rom 6,4).
Con la gozosa resurrección de Cristo se cumple lo que estaba escrito en “la Ley de
Moisés, en los Profetas y en los Salmos” (Lc 24,44), y también lo que Él, en repetidas ocasiones, había dicho a sus discípulos de que tenía que subir a Jerusalén para sufrir su pasión y
morir, pero que a los tres días iba a resucitar (cf. Mc 10,33-34).
En el sacramento del Bautismo, Cristo asocia a los fieles a su muerte y resurrección
(cf. Rom 6, 3-5). Esta asociación alcanza su cumbre en la Eucaristía, sacramento del Cuerpo y
Sangre de Cristo, medicina de inmortalidad y prenda de futura resurrección: «El que come mi
carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día» (Jn 6,54).
A los bautizados dice San Pablo: «Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los
bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios» (Col 3,1). Pero, para
buscar «los bienes de arriba», debemos abrirnos a la gracia de Dios, a su palabra, a sus sacramentos, especialmente a la Reconciliación y a la Eucaristía. :v
Explicación:
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