Historia, pregunta formulada por lulumarilin20, hace 5 meses

la relación establecida entre el peronismo y los sindicatos fue buena para los trabajadores?​

Respuestas a la pregunta

Contestado por 19wendyrodriguez
0

Respuesta:

Explicación:

ARTÍCULO PUBLICADO

1ro de julio de 2012

Peronismo y sindicalismo, una historia de amores, roces y deslealtades

A 38 años de la muerte de Juan Domingo Perón

En 1944, un Perón joven se acercaba a los sindicalistas, en su mayoría socialistas y comunistas. Les ofrecía beneficios y soluciones para sus reclamos, y sugería que se organizaran. Los sindicatos legalizados se fortalecieron, pero pagaron un precio: los líderes demasiado independientes fueron apartados. Fue el inicio de una larga y agitada relación entre el movimiento más determinante de la reciente historia argentina y las organizaciones de trabajadores. Antes y después del golpe del ’76, algunos pagaron con la muerte, y en 1989 volvieron a ser oficialistas, con nuevas dificultades. ¿Y hoy?

 

Lealtad. Inmortalizada en la figura de José Ignacio Rucci recibiendo a Perón en Ezeiza en 1972, siempre ha sido la “virtud” exhibida por el sindicalismo peronista, que en los 70 fue parte de un enfrentamiento sangriento con otros sectores internos.

A Perón le habría gustado morir llevando en sus oídos “la más maravillosa música”: la voz del pueblo. Pero la que oyó la última vez, el 12 de junio de 1974, sonó desafinada, sorprendida y desconcertada. Desde el “histórico balcón” Perón, ya enfermo y protegido por un vidrio blindado, recriminó duramente a los obreros, convocados a la Plaza para pedirle que no renunciara.

Seis semanas habían pasado desde la espectacular ruptura con Montoneros. La escena, en la misma Plaza, fue espectacular pero no inesperada, pues ya un año antes Perón había roto con la “juventud maravillosa”. El 12 de junio, en cambio, Perón se dirigió a los suyos, a la CGT, recientemente colmada de prebendas y de herramientas para barrer con los opositores internos. Como contrapartida, Perón les había pedido que respaldaran el Pacto Social, piedra angular de su proyecto de Reconstrucción. Probablemente no esperaba mucho del otro firmante, la Confederación General Económica. Pero un sindicalismo que, ignorando lo acordado, se lanzaba a reclamar aumentos salariales colmó su paciencia. El no había vuelto al país para eso, dijo. O se cumplía lo acordado, o él se iba. De hecho se fue, pues murió poco después.

Treinta años antes, en 1944, la situación era muy diferente. Por entonces un coronel juvenil y sonriente tomaba distancia de gobierno militar y se acercaba a los sindicalistas, en su mayoría socialistas y comunistas. El coronel les ofrecía beneficios consistentes, y soluciones para reclamos largamente acumulados. También movilizaba y promovía la organización sindical. “Bombero piromaníaco”, se ha dicho, echando leña a un fuego que él mismo esperaba controlar

Otras preguntas