Castellano, pregunta formulada por andval49, hace 7 meses

LA PUBICIDAD LUMINOSA

En las Montañas Azules de la isla de Jamaica, es posible observar durante las noches un curioso
fenómeno natural. Como encendidos por fantasmal mano en un despoblado desierto resplandecen
repentinamente, en plena oscuridad, aquí y allá y más allí, unos árboles de Navidad”.
Al aproximarse a ellos se comprobará, con sorpresa, que se trata de palmeras, cuyas inflorescencias
tiemblan cual borboteantes llamas: centenares y millares de pequeñas luciérnagas luminiscentes se
han reunido allí, formando una auténtica concentración. Pero a diferencia de las luciérnagas de
Europa, estos animalitos no brillan constantemente, sólo resplandecen dos veces por segundo, si bien
de forma desordenada. Debido a ello, el observador tiene la sensación, durante las noches, de que se
trata de d unos fantasmagóricos fuegos fatuos.
Un aguacero tropical puede inundar repentinamente esta resplandeciente magnificencia, o los árboles
verse azotados por rachas de viento, pero los animalitos (Photinus pallens ) siguen brillando como si
tal cosa, con idéntica luminosidad; ahora bien, no lo hacen por placer. Esta fiesta que organizan con
sus farolillos no deja de ser gran mercado nupcial.
En Europa, cada luciérnaga se ve obligada a atraer con su farolillo al macho deseado. En Jamaica,
macho y hembra colaboran a miles en este colectivo amoroso. Los árboles de luces por ellos
iluminados resplandecen hasta una distancia de un kilómetro y atraen constantemente otros
luminiscentes interesados. Si durante la noche se cuelga una lámpara de bolsillo de una palmera, se
puede estar seguro de que pronto llegarán las primeras luciérnagas, de forma que, al cabo de una
hora, el árbol se habrá transformando ya en un mar de llamas, en el que estos animalitos celebran sus
nupcias.
Bastante más difícil resulta “convencer” con la lámpara de bolsillo a la luciérnaga negra. (photinus
pyralis), que vive en el sur de los Estados Unidos y que mantienen un estrecho parentesco con la
anterior. Durante su vuelo de búsqueda, el macho emite un destello, de 0,06 segundos de duración,
cada5,7 segundos. Entretanto, las hembras permanecen posadas sobre la hierba, en plena oscuridad.
Pero tan pronto se aproxima un centelleante macho hasta una distancia de tres o cuatro metros, la
hembra responde con su propia señal luminosa exactamente 2,1 segundos después de cada destello

del macho. El “aspirante” toma inmediatamente este rumbo y, al cabo de cinco o de un máximo de
diez intercambios de relampagueantes señales, consigue llegar a su objetivo.
El descubridor de este fenómeno, el profesor Bruk, consiguió imitar el comportamiento de la hembra
valiéndose de una linterna. Ahora bien, tuvo que prestar muchísima atención para pulsar exactamente
el botón a los 2,1 segundos después del destello emitido por un macho que, casualmente, se
aproximaba. Si sus destellos se producían demasiado temprano m o demasiado tarde, el macho ni
siquiera prestaba atención y seguía volando como si nada hubiese ocurrido.
Este señuelo luminoso ha sido perfeccionado con un virtuosísimo insuperable, por las luciérnagas del
género (Clolophotia), que viven en el sudeste asiático. Durante el día, estos insectos reposan en la
jungla birmana, pero tan pronto anochece se trasladan a los manglares situados a orillas del río,
lugares elegidos por ellos como centro de reunión habitual.
Conviene imaginarse cómo es este sensacional espectáculo: en cada hoja del mangle se ha posado
una luciérnaga y en un solo árbol se han reunido miles de ellas, y, sin embargo, todas relampaguean,
sin la menor excepción, con tanta exactitud que se tiene la sensación de que un pulsador ha encendido
todas aquellas lucecitas. Más aún: si toda la ribera del río está poblada de manglares, todos los árboles
fulguran exactamente con el mismo ritmo y de forma perfectamente sincronizada, y ello de uno a otro
horizonte; un espectáculo increíblemente fantástico en la cálida noche tropical.
Éste es, posiblemente, el más gigantesco anuncio con fuegos artificiales que la naturaleza puede
ofrecernos, un anuncio que desde muchos kilómetros de distancia seduce y atrae a las hembras que,
gracias a tan maravilloso resplandor, no pueden fallar su objetivo.
Vitus B Droscher, La magia de los sentidos. Bogotá, Planeta1997
punto 1)Efectúa una lectura general del texto.


HuskyRex1: de nada bro

Respuestas a la pregunta

Contestado por HuskyRex1
2

Respuesta:

En las Montañas Azules de la isla de Jamaica, es posible observar durante las noches un curioso

fenómeno natural. Como encendidos por fantasmal mano en un despoblado desierto resplandecen

repentinamente, en plena oscuridad, aquí y allá y más allí, unos árboles de Navidad”.

Al aproximarse a ellos se comprobará, con sorpresa, que se trata de palmeras, cuyas inflorescencias

tiemblan cual borboteantes llamas: centenares y millares de pequeñas luciérnagas luminiscentes se

han reunido allí, formando una auténtica concentración.Éste es, posiblemente, el más gigantesco anuncio con fuegos artificiales que la naturaleza puede

ofrecernos, un anuncio que desde muchos kilómetros de distancia seduce y atrae a las hembras que,

gracias a tan maravilloso resplandor, no pueden fallar su objetivo.


andval49: gracias
HuskyRex1: Ponme coronita bro xd
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