la producción de las plantas con las flores ayudaa
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Yo ofrezco
desnudas, vírgenes, intactas y sencillas,
para mis delicias y el placer de mis amigos,
estas noches árabes vividas, soñadas y traducidas sobre su tierra natal y sobre el agua
Ellas me fueron dulces durante los ocios en remotos mares, bajo un cielo ahora lejano.
Por eso las doy.
Sencillas, sonrientes y llenas de ingenuidad, como la musulmana Schehrazada, su madre suculenta que las dió a luz en el misterio; fermentando con emoción en los brazos de un príncipe sublime —lúbrico y feroz—, bajo la mirada enternecida de Alah, clemente y misericordioso.
Al venir al mundo fueron delicadamente mecidas por las manos de la lustral Doniazada, su buena tía, que grabó sus nombres sobre hojas de oro coloreadas de húmedas pedrerías y las cuidó bajo el terciopelo de sus pupilas hasta la adolescencia dura, para esparcirlas después, voluptuosas y libres, sobre el mundo oriental, eternizado por su sonrisa.
Yo os las entrego tales como son, en su frescor de carne y de rosa. Sólo existe un método honrado y lógico de traducción: la «literalidad», una literalidad impersonal, apenas atenuada por un leve parpadeo y una ligera sonrisa del traductor. Ella crea, sugestiva, la más grande potencia literaria. Ella produce el placer de la evocación. Ella es la garantía de la verdad. Ella es firme e inmutable, en su desnudez de piedra. Ella cautiva el aroma primitivo y lo cristaliza. Ella separa y desata... Ella fija.
La literalidad encadena el espíritu divagador y lo doma, al mismo tiempo que detiene la infernal facilidad de la pluma. Yo me felicito de que así sea; porque ¿dónde encontrar un traductor de genio simple, anónimo, libre de la necia manía de su renombre?...
Explicación:
Respuesta:
La regulación del crecimiento de las plantas ornamentales con fines comerciales es un aspecto vital en la producción ornamental, puesto que permite mejorar su calidad visual (tamaño, compacidad, ramificación, color, etc.) y su calidad fisiológica (resistencia a estreses, salida del reposo, mejorar la poscosecha, etc.). Los primeros pasos de la regulación del crecimiento se basaron en el control del riego, temperatura y abonado, hasta que en la primera mitad del siglo XX se estableció que el desarrollo de las plantas estaba controlado por hormonas vegetales producidas en la propia planta.
A principios del siglo XX se vio la posibilidad de influir en el comportamiento vegetal mediante la aplicación de compuestos que afectaban al sistema hormonal, comprobándose que la aplicación de fitorreguladores era muy eficaz para regular el desarrollo con fines comerciales, complementando a las primeras prácticas.
Sin embargo, actualmente hay una mayor sensibilidad que hace años hacia el desarrollo de una agricultura más sostenible, que hace que el uso de fitorreguladores no esté muy bien visto. A pesar de ello, la aplicación de fitorreguladores sigue siendo una técnica de regulación del crecimiento eficaz, y no es posible una rápida eliminación, porque todavía es necesaria para obtener producciones de calidad en diversos cultivos. Las nuevas tendencias exigen que la aplicación de fitorreguladores deba adaptarse a este cambio de gestión hortícola respetuosa con el medio ambiente, adaptación que pasa por tres aspectos principales: (1) el desarrollo de nuevos productos menos contaminantes; (2) la mejora de nuestro conocimiento en la aplicación y uso de fitorreguladores; (3) optimizar con las primeras técnicas de regulación. En este tercer punto sugerimos volver al pasado, sin embargo, a diferencia de antes, hoy día disponemos de importantes avances en la tecnología de los invernaderos, riego, climatización, fertilización, etc., que facilitan y permiten una mayor eficacia de estas técnicas. El manejo de la temperatura, luz, humedad relativa, fertilización, riego, e incluso la estimulación mecánica, son importantes herramientas para dirigir el crecimiento y desarrollo de las plantas, y pueden usarse independientemente o de forma complementaria a los fitorreguladores.
Explicación: