LA PRINCESA Y EL GUISANTE
Érase una vez un príncipe cuya madre insistía una y otra vez en que debía casarse. El
joven príncipe era apuesto e inteligente, pero pese a eso había alcanzado la treintena sin
encontrar una princesa con la que contraer matrimonio. El problema era que la vieja reina
era muy estricta con la elección de la futura princesa y no estaba dispuesta a casar a su
hijo con una princesa cualquiera. Ella quería que se casara con una princesa de verdad.
- Ya tienes treinta años hijo mío. ¡Treinta! ¿A qué esperas para casarte?
- Nunca encuentro a la candidata adecuada madre, vos sois quien rechaza a todas las
princesas que os presento.
- Ay hijo, cuando lo entenderás. Tu madre sólo desea para tí lo mejor. Debes casarte con
una princesa de verdad, no quiero impostoras en mi reino.
La reina mandó a su hijo a recorrer los siete reinos en busca de la princesa perfecta, pero
cada vez que regresaba a casa con una candidata la reina encontraba un motivo por el
que rechazarla. Demasiado alta, demasiado baja, muy habladora, demasiado silenciosa…
El príncipe estaba convencido de que nunca encontraría a la candidata perfecta para su
madre.
Una noche se desató una tormenta terrible y de forma inesperada y en medio de la
tempestad llamaron a la puerta de palacio. Era una joven llena de barro y mojada que
pese a su aspecto decía ser una princesa de verdad.
La reina no la creyó, pero pese a eso accedió a que se quedara y sin decirle nada colocó
un diminuto guisante debajo de decenas de colchones en la cama en la que debía dormir.
- Seguro que ni se entera, pensó.
A la mañana siguiente el príncipe y la reina esperaban a que la muchacha se despertara.
- Buenos días princesa, dijo en tono burlón la reina
- Buenos días mi reina. Espero que hayáis descansado mejor que yo
- Oh vaya, ¿habéis dormido mal acaso?
- Ha sido horrible. En mi colchón había algo duro como una piedra que no dejaba de
molestarme.
Al oír su respuesta supieron que la joven no mentía, ya que sólo una princesa de verdad
podía ser lo suficientemente sensible como para notar el guisante debajo de todos los
colchones.
El príncipe y la joven contrajeron matrimonio y la reina fue feliz porque por fin supo que
había encontrado a una verdadera princesa para su hijo.
4. ¿Quién le abrió la puerta a la princesa?
a. El príncipe.
b. La reina.
c. El rey.
pliss es para hoy
galeanosernap:
LA b
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Respuesta:
a.el príncipe faciiiiiiiiiiiiiiiiiiiil
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2
Respuesta:
b. La reina
Explicación:
Una noche se desató una tormenta terrible y de forma inesperada y en medio de la tempestad llamaron a la puerta de palacio. Era una joven llena de barro y mojada que pese a su aspecto decía ser una princesa de verdad. La reina no la creyó, pero pese a eso accedió a que se quedara y sin decirle nada colocó
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Si me pones coronita, gracias <3
Ig: crsx.yu
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