La influencia de Inglaterra en el caribe y América central
Respuestas a la pregunta
eso fue lo que encontre
en las luchas coloniales de las potencias
desde el siglo XV. En el siglo XX, el Caribe fue otra vez importante durante la Segunda Guerra Mundial, en la ola de la descolonización en el período de la posguerra, y en la tensión entre la Cuba comunista y los Estados Unidos (US). El genocidio, la esclavitud, la inmigración y la rivalidad entre potencias mundiales han dado a la historia caribeña un impacto desproporcionado al tamaño de esta pequeña región. es seria la historia de el caribe
Este extenso grupo de islas ocupa más de 250.000 km2 en el mar Caribe y se divide para su estudio en tres regiones fundamentales:
Grandes Antillas: zona central del archipiélago, formado por las cuatro islas mayores: Cuba, La Española, Puerto Rico y Jamaica. Las tres primeras forman parte del mundo cultural español, salvo Haití, que ocupa el tercio occidental de La Española y es un país de habla francesa. Jamaica es un enclave de habla inglesa.
Pequeñas Antillas: grupo de pequeñas islas dispuestas en semicírculo, que cierra el Caribe por el Sureste. Se dividen en islas de Barlovento y Sotavento. La mayor parte son de habla inglesa o francesa, aunque originalmente pertenecieron a España, país del que conservan sus denominaciones: Trinidad, Guadalupe, Barbuda, Antigua, Granada, San Vicente, etc.
Bahamas: es un archipiélago de pequeñas islas situado al norte de Cuba. Constituyen un Estado independiente y en ellas puso Colón pie a tierra por primera vez al descubrir América en 1492.
Economía: turismo y paraísos fiscales
La economía de las islas del Caribe se basa en dos recursos fundamentales: el turismo y una política fiscal favorable que atrae capitales extranjeros.
El turismo (ver t26) es explotado, en mayor o menor medida, en todas las islas, dado el agradable clima tropical de la región, la abundancia de playas, la limpieza de las aguas y los bajos precios. Algunos países como Cuba, Barbados y Jamaica tienen en este sector su principal fuente de ingresos.
La oferta fiscal se encuentra menos extendida, aunque supone el recurso económico más importante para países como Bahamas. La actividad financiera y las facilidades impositivas en estos Estados encubren a menudo actividades poco éticas o incluso manifiestamente ilegales.
Otros recursos del Caribe son el monocultivo tropical, especialmente en Cuba, que cultiva caña de azúcar y tabaco y posee una industria derivada de la elaboración de ron y cigarros. No obstante, la falta de tejido industrial es endémica en toda el área insular caribeña y supone un importante freno al desarrollo económico.
Un istmo entre las dos Américas
América central es una estrecha franja de tierra que comunica las dos masas continentales americanas, aunque desde el punto de vista geográfico pertenece en realidad al subcontinente norteamericano.
Los países que forman el istmo centroamericano son: Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala, El Salvador y Belice. Todos ellos pertenecen al área de habla española, salvo la antigua colonia británica de Belice, en la que, no obstante, un tercio de la población es también de habla hispana.
Economía: sociedad dual y conflictos sociales
Desde el punto de vista económico, Centroamérica es una de las regiones más pobres del planeta. Agobiados por la deuda exterior, carentes de industria, con una agricultura atrasada y un turismo todavía poco desarrollado, los países de la región sufren además las consecuencias de constantes catástrofes naturales, como terremotos, volcanes y huracanes.
La pobreza, derivada tanto de esta situación como de la profunda dualidad social heredada del periodo colonial (ver t44), ha desembocado en una intensa conflictividad que se traduce, históricamente, en una sucesión constante de golpes de Estado militares y levantamientos populares armados.
En efecto, en pocos lugares como en América central existe un contraste tan claro entre la riqueza de la minoría criolla de origen español y la pobreza de la mayoría mestiza e indígena.
La década de los noventa, sin embargo, puede haber marcado el inicio de un proceso de cambio en la situación política. En varios países de la región se han puesto en marcha procesos de reconciliación nacional y pacificación, lo que podría facilitar una recuperación económica futura.