La importancia los cantos gospel en la cultura afroamericana
Respuestas a la pregunta
Respuesta:La música góspel nace de la tradición de «espirituales negros», una música inspirada en el sufrimiento de generaciones de esclavos africanos que fueron arrancados de su tierra y deportados a los actuales Estados Unidos, bien por los ingleses, o bien por los estadounidenses blancos tras la independencia y creación de los Estados Unidos. La música se remonta a 1619, fecha en que el primero africano llega a la colonia de Virginia (Estados Unidos), todavía una colonia inglesa. La primera noticia de un esclavo que se bautiza como cristiano viene del año 1641 en Massachusetts (Estados Unidos), todavía una colonia inglesa. Muchos de los negreros ingleses, predicaban la fe cristiana protestante, en sus cientos de modalidades, solo para mantener sumisos a sus cautivos («los mansos heredarán la tierra»). Los intereses comerciales, un clima político favorable al lucrativo tráfico de seres humanos, y la religión dan la mano para impedir la rebelión de los oprimidos.
No obstante, la historia sugiere que una interpretación exclusivamente política no basta para explicar la conversión masiva de los africanos al evangelio de Jesucristo.
Estos inmigrantes forzosos traen consigo un estilo musical propio. Una vida comunitaria basada en la música y el baile, siempre dirigido por una percusión insistente, se incorpora al rito de la recién descubierta fe cristiana. El canto se acentúa con la animada participación de los oyentes (exhortaciones, palmas, baile improvisado). Poco a poco la música eclesiástica blanca, europea, estéril —a oídos de estos nuevos conversos— se transforma, y nacen los llamados «espirituales negros».
Como señala Eileen Southern, catedrática de Música y Estudios Afroamericanos de la Universidad de Harvard (EE. UU.), la melodía de los espirituales suele ser modal o pentatónica, con una constante improvisación melódica y textual. Hay frases musicales que se repiten con variaciones, dirigiendo el cantante principal y haciendo eco el coro, creando un patrón de llamadas y respuestas, siempre marcado con un pulso implacable.
Otra característica del género autóctono que los esclavos importan es la balada, la narración —la tradición oral de la tribu— de las hazañas de los héroes antiguos. Este aspecto se incorpora en los nuevos contenidos cristianos. Los héroes del Antiguo Testamento, como Abraham, Josué, Gedeón, y Daniel forman parte del panteón musical. Cruzar el río Jordan se equipara con pasar del sufrimiento de esta vida a la felicidad celestial. El carro que lleva a Elías a la gloria sirve de emblema, y los esclavos piden que Dios mande su carro para llevarlos a ellos también. El ejemplo de Daniel, que sobrevive en el foso de los leones, aviva una esperanza que vence el temor.
Además del recuerdo de los héroes de la Biblia, los espirituales negros sirven para que los esclavos se comuniquen en clave y burlen la vigilancia del amo. También recogen aspectos de la época como el «ferrocarril subterráneo», nombre con que se describe la cadena de ayudantes clandestinos que con pisos francos y documentos falsificados propician la huida de los esclavos de las plantaciones de algodón sureñas a las ciudades norteñas y libres. Temas como «Mantén encendida la lámpara» (señal que indicaba una casa segura), y el pulso implacable de la percusión que hace eco del ruido del tren.
Los espirituales negros evolucionan en música góspel propiamente hablando, con la incorporación de una instrumentación y armonización más sofisticadas. La música ya no se limita a temas modales y pentatónicos, aunque las raíces africanas siguen notándose. Ahora la tradición oral se centra en la persona de Jesucristo. La palabra gospel se deriva del vocablo anglosajón godspell, que significa «palabra buena», traduciendo el término bíblico griego euangelion, «buena noticia». Los esclavos consideran que la mejor noticia de todas es el evangelio de la salvación en Jesucristo. Si bien los amos propagan la fe para mantener a las masas embrutecidas, muchos de los que componen esas masas ahora ven en Jesús el mayor de todos los héroes antiguos, y cantan de su amor, su poder, su sufrimiento, y su cruz.