la importancia de la familia y la iglesia en su misión Pastoral en el mundo
Respuestas a la pregunta
La importancia de la familia:
Hace años la familia ha sido atacada en sus valores morales y espirituales, familias incompletas a causa de divorcios (ya sea porque se acabo el amor o por promiscuidad), la falta de tiempo de los padres hacia los hijos a causa del trabajo u ocupaciones, que hacen que los hijos aprendan de ejemplos ajenos a la familia como la televisión, Internet, amigos o ídolos de donde se toman ejemplos muy distintos a lo que Dios realmente quiere para cada miembro de la familia. Es, por lo tanto necesario, cambiar la parte que nos corresponde, nuestra familia. Volvernos nuevamente al plan que Dios tiene para la familia. Es fundamental que Dios sea el centro de la familia, para que su Palabra (La biblia) sea la base de los valores familiares y su amor nos ayude a crear lazos más fuertes entre los miembros de la familia.
La familia también es el componente fundamental de toda sociedad, donde cada individuo, unido por lazos de sangre o afinidades logra proyectarse y desarrollarse. Es en este contexto familiar, que empieza desde la infancia y la convivencia propia, donde el hombre y la mujer adquirirán habilidades y valores que lo ayudarán a superarse y replicar estos principios al momento de conformar su propia familia.
Importancia de la iglesia en su misión Pastoral en el mundo:
La palabra pastoral deriva de pastor, que era un elemento constante en el mundo bíblico. En la simbología bíblica, Dios es comparado con el pastor, aquel que tiene al mismo tiempo autoridad y solicitud para con sus ovejas. Jesús también es comparado con el buen pastor en el Evangelio de Juan. Como institución, la Iglesia actúa no solo en la transmisión de ideas, valores e ideologías, sino también en el servicio a la comunidad. La teología que estudia esta acción se llama teología pastoral.
Sus objetivos son evangelizar, proclamando el Evangelio de Jesucristo, por medio del servicio, del diálogo, del anuncio y del testimonio de comunidad, a la luz de la evangélica opción por los pobres, promoviendo la dignidad de la persona, renovando la comunidad, formando el pueblo de Dios y participando de la construcción de una sociedad justa y solidaria. Abarca las diversas formas del ministerio de la Palabra de Dios (evangelización, catequesis y homilía), bien como la formación espiritual de los católico.