Historia, pregunta formulada por pereznicolas27721, hace 2 meses

la iglesia los militares y los españoles tenían que seguir con tu fuero ayuda es para hoy porfavor​

Respuestas a la pregunta

Contestado por felipepachasespinoza
2

Respuesta:

En 1898, hace exactamente cien años, España en el contexto de una guerra internacional perdió tres de sus últimos enclaves coloniales: Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Esa pérdida no fue la primera que España tuvo en el Hemisferio. A comienzos de siglo, uno tras otro y en el marco de un proceso complejo y ambiguo, los espacios correspondientes a los Virreinatos de Nueva España, Perú, Nueva Granada y el Río de la Plata rompieron igualmente su vinculación colonial con España, cerrándose de esa manera un proceso trisecular abierto por Colón, Cortés y Pizarra. Pero entre uno y otro desenlace hubo, por lo menos, dos diferencias significativas. Por una parte, las guerras por la emancipación de comienzos del siglo XIX fueron fundamentalmente guerras civiles y cuyo estallido fue el resultado del descoyuntamiento de la cabeza política del Imperio Español. La crisis de fin de siglo, en cambio, se dio en el contexto de una guerra colonial, librada en un escenario internacional, y no la consecuencia sino el inicio de una profunda crisis política y social en España1.

2El análisis completo del proceso de emergencia y crisis del conjunto del Imperio Español requeriría de varios volúmenes, dada la extensión y la heterogeneidad de cada una de sus partes. Pero ese análisis es no obstante necesario si se quiere singularizar la naturaleza del colapso final de 1898. Este ensayo, por lo mismo, es una contribución a esa comprensión, a partir del estudio tanto de los mecanismos de control utilizados por España, como de los procesos que provocaron la caducidad de ese peculiar pacto colonial.

Explicación: me das coronita pliss


pereznicolas27721: gracias
felipepachasespinoza: ok
Contestado por dsofiaguerreroc
0

Respuesta:

E

n 1833 ocupó el gobierno mexicano (difícilmente puede hablarse de toma del poder) un grupo político que anunció una serie de reformas en cinco temas: hacienda pública, educación primaria, administración de justicia, colonización e integridad del territorio nacional. No parecía en sí mismo un programa radical ni novedoso, pero en realidad, tendía a desmovilizar políticamente, sin afectarlos de fondo, a dos actores que durante el colapso del dominio español habían adquirido un enorme poder: la Iglesia y el Ejército. Todas las medidas que se discutieron en el Congreso en 1833-1834 tenían ese objetivo.

La Iglesia concentraba en sus manos buena parte de las escuelas elementales y superiores, hospitales y asilos. Concentraba las estadísticas vitales, lo que en buena medida le daba el control de los mecanismos electorales. Actuaba como policía moral y, por tanto, como policía política. Buena parte de estas funciones las tenía la Iglesia en el imperio español, pero en aquel entonces, la Iglesia estaba políticamente subordinada al monarca. En cambio, en el México independiente era un poder rival e incluso dominador del poder civil. Además, durante la crisis del imperio español, se convirtió en México en la principal propietaria de tierras productivas y fincas urbanas, así como de dinero circulante.

De 1829 a 1855 la política nacional fue controlada por los militares enriquecidos, convertidos en latifundistas. Los que derrotaron en el campo de batalla a los ejércitos populares de Hidalgo y Morelos. Los que secundaron a Iturbide en el cuartelazo contra la Constitución liberal restaurada en España en 1820, constitución que amenazaba los intereses del clero político, los grandes propietarios y los agiotistas.

En 1833 pudo abrirse un paréntesis en esa época de estancamiento y privilegio, cuando el vicepresidente Valentín Gómez Farías y un Congreso dominado por jóvenes liberales intentaron separar al Estado de la Iglesia mediante la abolición del fuero eclesiástico, la prohibición de la coacción civil para el cumplimiento de los votos monásticos, la supresión de la universidad (dependiente de la Iglesia) y otras disposiciones. También se propuso limitar el poder del Ejército, eliminar o limitar su fuero y separarlo de la política, así como el remplazo gradual del Ejército permanente por las milicias cívicas (embrión de la Guardia Nacional creada por Gómez Farías en 1847, cuyos jefes encabezarían los ejércitos liberales de la revolución de Reforma). Ahora bien, como mostró Charles Hale en un libro clásico (El liberalismo mexicano en la época de Mora), salvo en materia educativa, la por algunos llamada revolución olvidada, encabezada por Gómez Farías en 1833-1834, tenía un carácter más reactivo que una verdadera propuesta de reforma del Estado, salvo, lo que no era poco, en materia educativa.

Explicación:

esepro te ayude

me das coronita por favor:)

Otras preguntas