La iglesia del señor de Luren
La iglesia del Señor de Luren era pequeña como un albergue pobre, pero blanca, tranquila y soleada. Tenía un techón abovedado y bajo; una sola nave; unas pocas hiladas de banquillos para los rezadores; una pila vetusta de granito; sobre las columnas, y a la altura del techo, la fila de cuadros con los pasos del Calvario; pobres y desmantelados altares provistos a toda hora de margaritas y albahacas, entre las cuales agonizaban las amarillentas lenguas de los cirios; y aquí y acullá, en dispersión y desorden, todo linaje de reclinatorios con sus respaldares de totora, y, en la madera rústica de sauce, las iniciales de sus poseedoras.
Pegada a la iglesia, como si se cobijara en ella, estaba la casa del cura. Grandes salas destartaladas por cuyos techos los huecos y rendijones dejaban pasar a chorros la alegría de los rayos del sol. Un aroma de albahacas y de sahumerio aleteaba en el pequeño templo. Aquel día, los fieles iban todos a llorar la muerte del Redentor y había de verse el rostro apenado, manso, dulce, triste, hermoso, radiante de ternura de aquel Cristo generoso a quien jamás se demandará favor que fuese defraudada la petición.
Por la tarde, las gentes con sus mejores trajes de luto se dirigen a la iglesia de Luren, donde estaba el Cristo de la víspera, con grandes ceremonias lo bajan de su altar en presencia de miles de peregrinos y gentes del lugar —que llevaban grandes cantidades de algodón en rama, esponjoso y blanco— quienes limpiaban con sus madejas el llagado cuerpo del Rabí, y guardábanlas luego como panacea para todas las enfermedades.
PREGUNTA:
¿Crees que en el texto predomina un tono objetivo o subjetivo? ¿Por qué?
ayuda es para hoy
Respuestas a la pregunta
Contestado por
0
Respuesta:
Explicación:
Otras preguntas
Inglés,
hace 24 días
Castellano,
hace 24 días
Latín / Griego,
hace 1 mes
Arte,
hace 1 mes
Matemáticas,
hace 8 meses
Matemáticas,
hace 8 meses