la idea principal del discurso acreditando a la poesía
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El título del escrito que editamos, Discurso poético, campea en la portada del opúsculo impreso (Madrid: Juan González, 1624), con la palabra «discurso» realzada por el tamaño del tipo, muy superior al de la palabra «poético», colocada en el renglón siguiente. Viene a continuación el nombre del autor, don Juan de Jáuregui, y el nombre y título del noble a quien se dedica, el «excelentísimo señor don Gaspar de Guzmán, conde de Olivares», con la solemne declinación de sus cargos y dignidades: «sumiller de corps, caballerizo mayor, del Consejo de Estado y Guerra de su Majestad, Gran Canciller de las Indias, Alcaide Perpetuo de los Alcázares de Sevilla, comendador mayor de Alcántara». Pasados el folio que contiene la suma de tasa, la fe de erratas y la suma del privilegio, y el que ocupa la breve dedicatoria firmada por Jáuregui, vuelve a proponerse el título en el encabezamiento del texto con una matriz tipográfica idéntica a la de la portada y con una breve explicitación en fuente menor y en cursiva:
DISCURSO
POÉTICO.
Advierte el desorden y engaños de algunos
escritos.
1 [NDE] Por lo demás, es posible que Jáuregui trabajara en una Poética, un tratado metódico del ars p (...)
2Conciso y abstracto para los hábitos de entonces, el título equivale, por una hipálage lexicalizada, a «Discurso que trata de poética». A estas alturas del siglo XVII, hacía tiempo que los europeos cultos estaban familiarizados con la acepción sustantiva de la palabra, mediante la vasta difusión de la Poética de Aristóteles y la proliferación de escritos que se derivaron de ella o del Arte poética de Horacio. El Discurso poético tiene muy presentes dos de ellos: De arte poetica libri III, de Jerónimo Vida (1527) y Poetices libri septem de Julio César Escalígero (1561). El mismo significado del adjetivo se verifica en dos destacadas obras españolas de ese género: Filosofía antigua poética (1589) de Alonso López Pinciano y Tablas poéticas de Francisco Cascales (1611)1.
3Si el adjetivo «poético» remite a la materia, la forma se indica en el sustantivo «discurso». Equivalente romance del latín oratio, denota un tratamiento retórico y no filosófico o técnico del tema. Un discurso, a diferencia de un tratado, no tiene propósito didáctico sino oratorio: no enseña dogmáticamente una ciencia o ars, sino sustenta una tesis acerca de una cuestión controvertida; por ello, suele ser relativamente breve. El subtítulo permite precisar algo más la índole del discurso situándolo a medio camino entre el género deliberativo (por qué y cómo debemos guardarnos del «desorden y engaños de algunos escritos») y el género demostrativo, en su vertiente de censura y vituperio. El encabezamiento del texto apunta, pues, a un texto polémico, pero en términos mesurados y cuya finalidad declarada no es ofender, sino advertir.
2 Weinberg (1961: II, 1113-1158).
4Por lo demás la etiqueta genérica «discurso» se relaciona con una serie de títulos de obras italianas. Los extractamos de la bibliografía de A History of Literary Criticism in the Italian Renaissance2 regularizando ligeramente las grafías y uso de las mayúsculas y desarrollando las abreviaturas, sin pretensiones de exhaustividad. Indicamos la fecha cuando figura en la bibliografía, pero no necesariamente se trata de la fecha de composición
Explicación: