la historia de los paisajes geologicos y volcanicos del ecuador
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Explicación:
l publicar el libro Las montañas volcánicas del Ecuador de Alphonse Stübel,que apareció en alemán en 1897 y uno de cuyos ejemplares se custodia en el Fondo de Ciencias Ha-manas de su Biblioteca, el Banco Central del Ecuador corona un proyecto que se había pro-puesto hace varios años. Para ello había obtenido la traducción del original alemán. Pero como el texto se refería constantemente a los cuadros que el artista ecuatoriano Rafael Troya había realizado paraStübel, y que habían formado parte central del "Museo Etnográfico" que el mismo científico había organizado en la ciudad de Leipzig, pareció necesario fotografiar dichos cuadros y re-producirlos, a pesar de que tales reproducciones no formaban parte del libro original. Allí se detuvo el proyecto, porque la inmensa mayoría de esos cuadros habían desaparecido, se-juramente como consecuencia de las Guerras Mundiales del siglo XX, en las que Alemania fue derrotada e invadida. Al cabo de varios años, fue posible revivir este proyecto editorial debido al apoyo de la UNESCO, altruistamente interesada en sensibilizar a la opinión pública sobre la naturaleza volcánica de los Andes ecuatorianos. También nos impulsaron a retomarlo las investigaciones de la doctora Alexandra Ken-medí Troya (véase su libro Rafael Troya, el pintor de los andes ecuatorianos, Quito, Banco Central del Ecuador, 1999) que muestran que Troya siguió pintando paisajes de los En-des con base en los cuadros que en su juventud había pintado para Steel, de tal mane-ra que muchos de los cuadros de ese artista que se conservan en el Ecuador, entre ellos algunos que forman parte de los Museos del Banco Central, son copias —en ocasiones casi exactas— de los que se han perdido en Alemania. Así, hemos podido reproducir numerosos paisajes de Troya, que pueden dar una idea bastante aproximada de los cuadros los que se refiere el texto de Stübel.Entregamos, pues, al público, una obra importante sobre la geografía ecuatoriana, que asido hasta ahora poco conocida, salvo por un reducido grupo de especialistas. Estamos se-juros de que este libro despertará el interés por la historia de la ciencia en el Ecuador, así cómo por el surgimiento del paisaje como género pictórico en el siglo XIX. De la misma forma, confiamos que su aparición estimule los estudios sobre el vulcanismo, tanto para en-tender mejor el territorio ecuatoriano, como para prepararnos para afrontar con inteligencia los potenciales riesgos de la naturaleza. Eco. Leopoldo Báez Carrera Gerente General Banco Central del Ecuador