La historia de Bizancio fue larga y compleja. El antiguo Imperio de Oriente fue capaz de mantenerse durante diez siglos, en los que pudo ver cómo parte de Europa pasaba de las invasiones germánicas al feudalismo de la Alta Edad Media, al florecimiento de las ciudades del Gótico e, incluso, llegaba hasta los propios comienzos del Renacimiento.
Frente a tantos cambios, la larga pervivencia del Imperio bizantino se explica por lo que constituyen sus rasgos más característicos: la presencia de un fuerte poder imperial que da estabilidad a sus instituciones; la existencia de una gran capital, Constantinopla, cuyo fundamento económico es el comercio entre Oriente y Occidente; la importancia de una religión que justifica el poder imperial y da unidad a sus habitantes y, por último, el sentimiento de ser los herederos del antiguo clasicismo.
En cierto sentido puede decirse que el Imperio bizantino supo mantener para Constantinopla aquellas condiciones que le fallaron a Roma en los años anteriores a su caída definitiva.
Los límites temporales y geográficos
Los orígenes del Imperio bizantino están en la época en la que el emperador Constantino decidió hacer de la ciudad griega de Bizancio una gran capital, a la que le daría su nombre, Constantinopla.
Durante poco más de medio siglo el poder del Imperio estuvo dividido entre Roma y Constantinopla, hasta que en el 395 Teodosio el Grande decidió hacer del mundo romano dos imperios definitivamente separados. Así, Arcadio, hijo de Teodosio, fue el primer emperador del Imperio bizantino, con capital en Constantinopla y con dominio sobre la península balcánica, las islas del Egeo, Asia Menor, Siria, Palestina, Egipto y la costa africana de la Cirenaica.
El Imperio bizantino pudo resistir las oleadas invasoras de los pueblos germánicos, que tan sólo ocuparon, y por poco tiempo, algunos territorios del norte de los Balcanes. No obstante, este Imperio estuvo siempre bajo la amenaza invasora de diferentes pueblos vecinos. Primero fueron los persas sasánidas, desde el siglo VII, los árabes y los pueblos eslavos y, desde el siglo XI, los turcos.
Los primeros emperadores bizantinos, aún muy romanizados, sintieron la caída del Imperio de Occidente como algo que les concernía y que debía ser reparado con la reconquista de las antiguas posesiones de Roma y la expulsión de los bárbaros.
Resumanme esto por favor es que estoy apurado
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El antiguo Imperio de Oriente fue capaz de mantenerse durante diez siglos, en los que pudo ver cómo parte de Europa pasaba de las invasiones germánicas al feudalismo de la Alta Edad Media, al florecimiento de las ciudades del Gótico e, incluso, llegaba hasta los propios comienzos del Renacimiento. En cierto sentido puede decirse que el Imperio bizantino supo mantener para Constantinopla aquellas condiciones que le fallaron a Roma en los años anteriores a su caída definitiva.
Explicación:
espero que te ayude :3
nosoypedofilo123:
muchas gracias amigo
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