Biología, pregunta formulada por ibarragerson77, hace 2 meses

LA FIESTA La fiesta había comenzado, todos bailaban, excepto yo; probé uno de esos bocadillos de mercurio y helio. Al otro lado del salón se encontraba una linda muchacha de ojos morados y bellísima piel y verde y viscosa, me acerqué a ella y me presenté. Ella no me respondió, así que opté por sentarme junto a ella y hablarle de mí. Mientras decía todo mi discurso, ella no dijo palabra y siguió co- miendo bocadillos y bebiendo oxígeno como si yo no estuviera ahí, pero, cuando terminé, de pron- to dejó de comer y con uno de sus tentáculos sacó de su bolsa una tarjeta de circulación peatonal, en ella se veía claramente su nombre y su huella digital impresos. Me emocioné, pues pocas veces lograba una cita tan rápido. Almacené en mi mente los datos y le tendí amablemente mi mano. у Llegué a mi satélite anillado número veinticinco, estaba muy cansado, así que me di un baño de jadenita; fue una delicia tener mis veintidós tentáculos al fin libres. Toda la noche pensé en la cita que me esperaba. Al siguiente pulsar me arreglé lo mejor que pude. Después llegué al edificio flotante de cristal, encontré todas las puertas abiertas; me pareció que era lo mejor, pues así le daría una sorpresa. Pero cuando llegué al cuarto principal, lo único que encontré fue una insípida humana, que guardaba cuidadosamente un traje de selenita con ojos morados. ¡Eso me pasa por llevar a las fiestas mi disfraz de ser humano! ​

Respuestas a la pregunta

Contestado por valentina230990
1

Respuesta:

Súper esa historia es muy capciosa

:v

(^o^)

:3

:-}

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