la expansión de la OTAN tras la caída de la URSS
Respuestas a la pregunta
El nacimiento de la OTAN como alianza militar en 1949 responde a la necesidad de los países occidentales de protegerse ante un posible ataque de la Unión Soviética. Pero tras la disolución de este país, esta organización ha ido aumentando su poder progresivamente en Europa hasta el punto de ser considerada una amenaza por Moscú. Es en este motivo en el que se basan desde el Kremlin para ejecutar el despliegue militar realizado
Por:
Álvaro Cordero
Seguir
5 min
El nacimiento de la OTAN como alianza militar en 1949 responde a la necesidad de los países occidentales de protegerse ante un posible ataque de la Unión Soviética. Pero tras la disolución de este país, esta organización ha ido aumentando su poder progresivamente en Europa hasta el punto de ser considerada una amenaza por Moscú. Es en este motivo en el que se basan desde el Kremlin para ejecutar el despliegue militar realizado en la frontera ucraniana. Repasamos su historia.
Lee mas
La tensión entre Rusia y Occidente por Ucrania ha puesto el foco en la OTAN. Esta organización militar creada en plena Guerra Fría es considerada una amenaza por Moscú. Y su expansión hacia Europa del Este es la causa principal por la que el Kremlin afirma haber desplegado miles de tropas en la frontera ucraniana.
Estos movimientos propiciaron que desde la Unión Soviética se buscase crear una organización similar y en 1955 se fundó el Pacto de Varsovia, que incluía a la propia URSS y a sus aliados socialistas en el este de Europa. Pero, aunque la política de bloques se consolidó durante las siguientes décadas y la tensión se elevó en varias ocasiones, la OTAN nunca entró en acción.
El fin de la URSS no supuso el final de la OTAN
Pero en 1989 comenzó el colapso del bloque soviético. Los países de Europa del Este fueron progresivamente abandonando el socialismo y en 1991 el Pacto de Varsovia desapareció poco antes de la desintegración de la Unión Soviética.
Sin embargo, aunque la principal causa de su nacimiento había desaparecido, la OTAN no contempló disolverse. Todo lo contrario. Ante esta organización se abrió una ventana de oportunidades para poder expandirse gracias a la debilidad de Rusia en el tablero geopolítico.
En este contexto, se dieron las primeras intervenciones en la historia de la OTAN en Europa. En 1995, se bombardearon puntos clave de fuerzas serbobosnias para forzar a estos grupos a firmar los acuerdos de Dayton y poner fin a la guerra en Bosnia. Cuatro años después, la situación se repitió con los bombardeos sobre Belgrado como represalia hacia Serbia por la "limpieza étnica" que estaba realizando en Kosovo. El objetivo era tumbar al Gobierno de Slobodan Milosevic. Algo que finalmente consiguieron.
Inicio de las adhesiones a la OTAN
La última intervención de la OTAN en los Balcanes resultó polémica para Rusia. Y esta crítica aumentó tras su primera ampliación hacia el este en 1999. Tres antiguos miembros del Pacto de Varsovia como Polonia, Hungría y República Checa se sumaron a la Alianza Atlántica, algo que no gustó en Moscú.
Pero esto no quedó aquí. En 2004, se produjo la mayor ampliación hacia el este con hasta siete nuevos países en la organización. Entre ellos, las tres repúblicas bálticas, algo que acercaba a la OTAN a sólo unos cientos de kilómetros de Moscú.
Para Rusia, una de sus principales prioridades en materia internacional era que tras la disolución de la URSS la OTAN no ampliara su poder. Pero estaba siendo testigo de cómo esto no se cumplía. Para entender su preocupación solo hay que analizar el siguiente dato: entre 1949 y 1999 solo 4 estados se sumaron a la OTAN, pero desde ese año hasta la actualidad 14.
Esta situación fue generando una creciente molestia en el Kremlin, que consideró que su seguridad nacional estaba en peligro y que acuerdos como la Asociación para la Paz de 1994, que garantizaba cooperación entre la OTAN y los países europeos no miembros de la Alianza, estaban siendo olvidados.
Además afirmaban se desconocía una promesa verbal de 1990 del secretario de Estado estadounidense, James Baker, durante las negociaciones para la reunificación de Alemania, que la OTAN no se expandiría más allá de Alemania.
Pero a pesar de las quejas de Putin, la expansión continuó. EE. UU. y la OTAN instalaron un escudo antimisiles en Rumanía y Polonia en el año 2010. El Kremlin consideró que este despliegue era innecesario y un peligro para su seguridad, aunque la OTAN justificó que era para prevenir ataques desde fuera de Europa. La ruptura total llegó en 2014 con la anexión rusa de Crimea y el inicio de la guerra del Donbass en el este Ucrania. Acciones que una gran parte de la comunidad internacional consideraron como ilegales.
Es en este contexto en que llega la crisis actual. El despliegue de tropas rusas en la frontera ucraniana responde al rotundo no de Rusia ante la posibilidad de que Ucrania se sume a la OTAN. Para Rusia esto es una línea roja en dos aspectos: uno geopolítico y otro histórico.
Con respecto al primero, Rusia no se puede permitir el despliegue de tropas y armamento de la Alianza en un país fronterizo, a pesar de que sus relaciones con Kiev han ido empeorando progresivamente desde 2014. El segundo responde a los orígenes históricos y culturales comunes que rusos y ucranianos tienen en la Rus de Kiev.