La economía en América latina después de 1920
Respuestas a la pregunta
desde 1870. Considere la dependencia regional de las materias primas, su estrategia de industrialización, la incidencia de la inestabilidad de los flujos de capital y la política macroeconómica como los factores fundamentales que ayudan a moldear los aspectos centrales del desarrollo de la América Latina durante ese "largo siglo XX". Explora también el papel que tuvieron los choques internacionales frente al papel de las ideas y las políticas en las dos transiciones principales que se experimentaron durante el siglo. El análisis se divide en tres fases: la "era de las exportaciones", entre los decenios de 1870-1880 y los años 1920; la fase de "industrialización dirigida por el Estado" entre los decenios de 1930 y 1970, y el período más reciente, al que se denomina como "el orden neoliberal". Este documento dibuja las tendencias generales del desarrollo económico latinoamericano y sus relaciones con la economía mundial desde 1870. Presenta la dependencia de las materias primas de la región, su estrategia de industrialización, la incidencia de flujos de capital inestables, así como de la política macro económica, como Los factores fundamentales que ayudaron a dar forma a las características centrales del desarrollo económico latinoamericano durante este "largo siglo XX". También explora el papel de los principales choques internacionales frente al de las ideas y políticas en las dos principales transiciones experimentadas durante el siglo. El análisis se divide en tres fases generales: la "edad de exportación", desde la década de 1870/1880 hasta la década de 1920. "
espero que sirva y coronita pls..
No hay duda que la región ha avanzado en su desarrollo. Ello se refleja en el avance de la producción por habitante, la mejora en los indicadores de desarrollo humano y la reducción en los niveles de pobreza. Pero este proceso ha sido desigual a lo largo del tiempo y de la geografía regional.
La periodización que hemos utilizado en este libro nos sirve para analizar los ritmos de este proceso a lo largo de los dos siglos analizados. Hemos diferenciado cuatro fases principales: (1) las décadas posteriores a la Independencia del grueso de los países; (2) la fase de desarrollo primario-exportador en el marco de la llamada primera globalización, que cubre las últimas décadas del siglo XIX y las tres primeras del siglo XX; (3) la industrialización dirigida por el Estado (término que preferimos al imperfecto de industrialización por sustitución de importaciones), que se enmarca entre dos grandes crisis: la Gran Depresión de los años 1930 y la “década perdida” del decenio de 1980; y (4) la etapa de reformas de mercado desde los años 1980, que coincide a nivel internacional con la segunda globalización. Dada la diversidad de América Latina, estas fases no se inician ni culminan simultáneamente en todos los países, por lo que una periodización más precisa puede ser diferente en algunos casos.
En términos generales, la primera fase fue de retroceso en relación con lo que hoy es el mundo industrializado, aunque de avance en relación con el grueso de las regiones que hoy se consideran parte del mundo en desarrollo. La última fase también fue de retroceso relativo, ahora no solamente con el mundo industrializado, sino también con respecto al promedio mundial y, especialmente, a los países en desarrollo de Asia.
Por el contrario, durante la fase de desarrollo primario-exportador, América Latina fue, con la Europa central y meridional, una de las regiones de la periferia de la economía mundial que lograron insertarse en forma más temprana al proceso de crecimiento económico, lo que la convirtió en una especie de “clase media” del mundo. Durante la industrialización dirigida por el Estado, la economía latinoamericana siguió creciendo más que el promedio y aumentando su participación en la producción mundial. Sin embargo, ni en una ni en otra etapa de éxito relativo, América Latina logró recortar más que marginalmente la distancia que ya la separaba en 1870 del mundo desarrollado, e incluso durante la “edad de oro” del mundo industrializado, entre 1950 y 1973, se rezagó en relación con Europa Occidental. Si nos concentramos en la segunda y en la cuarta, que coinciden con los procesos modernos de globalización, se puede decir que América Latina fue ganadora durante la primera globalización, pero no se ha podido beneficiar durante la segunda, sino que incluso ha perdido terreno en términos relativos.