¿La dominación azteca estaba asentada en la lealtad de los pueblos sometidos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las cargas tributarias impuestas por la Triple Alianza, le valieron a los aztecas el odio generalizado de los pueblos sometidos del Valle de México.
Estratificación Social Azteca
Para la administración del vasto imperio, los aztecas implementaron un rígido sistema basado en el poder personal de la nobleza. A la cabeza de la estructura de mando estaba el soberano o huey tlatoani (gran orador y jefe de los hombres) con amplios poderes militares, civiles y religiosos. El huey tlatoani presidía el consejo supremo o tlatocán, donde participaban los jefes o tlatoani de las ciudades más importantes, las máximas autoridades militares y delegados de algunos calpullis.
El consejo tomaba las decisiones políticas, militares y administrativas y designaba al nuevo huey tlatoani cuando se producía la muerte del soberano. En el territorio que se encontraba bajo jurisdicción azteca, especialmente en los focos rebeldes, había gobernadores militares apoyados por pequeñas guarniciones que mantenían el orden y aseguraban la recaudación de los tributos.
Códice Florentino
La expansión del imperio azteca afectó en gran medida a la organización social. Mientras la nobleza, formada por los tlatoani de las principales ciudades, los guerreros y sacerdotes, fue acumulando cada vez más tierras y riquezas, la gente común o macehualtin siguió desempeñándose fundamentalmente como mano de obra en la agricultura y la artesanía y debía pagar tributos al imperio. Dentro de la clase dirigente comenzaron a jugar un papel muy importante los tecuhtli o señores, quienes gozaban de un gran prestigio logrado a raíz de acciones sobresalientes. Estos ejercieron funciones militares, judiciales y administrativas y recibían tierras y servidores como recompensa. Debían estar siempre disponibles para cuando el soberano los necesitara.
Respuesta:
Explicación:
La lealtad de las ciudades dominadas por los aztecas era débil y siempre resistieron a los enemigos que se habían convertido en sus señores, lo que tuvo graves consecuencias para los aztecas cuando fueron atacados por los españoles, ya que las ciudades dominadas transfirieron su lealtad a los nuevos conquistadores. Para estos grupos subordinados, someterse a un poder extranjero tenía las mismas ventajas y desventajas que someterse a
cualquier otro pueblo: por una parte, los conquistadores les prometían protección; por otra, les exigían tributos y riquezas.