La descolonización de la guerra fría
Respuestas a la pregunta
4. El alfabeto de la vida gana dos letras artificiales
El alfabeto de la vida, el ADN, es relativamente aburrido. Todos los libros de instrucciones microscópicos que figuran en todas las células de todos los seres vivos se escriben con las mismas cuatro letras: G, C, T y A, iniciales de los cuatro compuestos orgánicos que forman el ADN. Pero este año el alfabeto de la vida se ha animado en un laboratorio del Instituto de Investigación Scripps (Estados Unidos), donde un grupo de científicos ha creado dos nuevas letras artificiales, bautizadas X e Y, y las ha insertado en el ADN de un ser vivo, una bacteria, laEscherichia coli. La posibilidad de añadir nuevas letras al ADN abre la puerta a la creación de bacterias artificiales capaces de sintetizar medicinas o de fabricar combustibles, entre otras aplicaciones, algunas hoy inimaginables.
Nanosatélites lanzados en febrero desde la Estación Espacial Internacional. NASA5. El año de los nanosatélites
El año 2014 se ha batido el récord de nanosatélites lanzados al espacio. Estos aparatos, denominados CubeSats, son cubos con 10 centímetros de lado y menos de un kilogramo de peso, con tecnología para monitorizar con una suficiente resolución la deforestación, el desarrollo urbano y los cambios en los cursos de los ríos, entre otras aplicaciones. Los más de 75 nanosatélites lanzados este año están democratizando el espacio. Gracias a su bajo coste —unos cientos de miles de euros en lugar de cientos de millones como los satélites clásicos—, empresas, universidades y otros centros de investigación pueden tener acceso a datos hasta ahora inaccesibles.
Tres robots Termes. UNIVERSIDAD DE HARVARD6. Robots que levantan pirámides sin plano ni jefe
La revista Science destaca el aluvión de proyectos científicos que logran que grupos de robots trabajen en equipo sin supervisión humana. Uno de ellos, de la Universidad de Harvard (EEUU), se inspiró en las termitas para conseguir que unos robots levantaran estructuras estables, como pirámides, torres y castillos, a partir de unas instrucciones muy básicas. Los robots, denominados Termes, trabajan como lo hacen las termitas para construir sus termiteros, reaccionando a cambios en sus inmediaciones y sin necesitar ni un jefe ni un plano de obra.
El investigador Douglas Melton (derecha). UNIVERSIDAD DE HARVARD7. ¿La sangre joven rejuvenece?
La sangre, o algún componente sanguíneo, de un ratón joven puede rejuvenecer los músculos y el cerebro de ratones viejos, según dos estudios del Centro de Terapias con Células Madre y Medicina Regenerativa de Harvard (EEUU), dirigido por el investigador Douglas Melton. Los trabajos, publicados en mayo, observaron que una proteína aislada de la sangre de ratones jóvenes, la GDF11, mejoraba el olfato y otras capacidades de roedores viejos tras ser inyectada en su torrente sanguíneo. La Universidad de Stanford (EE UU) prueba ahora si esta estrategia también funciona en humanos, mediante un ensayo con 18 pacientes con alzhéimer que están recibiendo plasma sanguíneo de jóvenes donantes.
El abanico de tamaños de los dinosaurios era enorme. JULIUS CSOTONYI8. Los dinosaurios encogieron para dar lugar a las aves
Los dinosaurios que no se extinguieron evolucionaron y dieron lugar a las aves. La investigación de esta transición es otro de los avances científicos del año, según Science. Un estudio con investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) calculó la masa corporal de 426 especies de dinosaurios a partir del grosor de los huesos de sus patas. El abanico de tamaños iba desde las 90 toneladas del Argentinosaurus a los 15 gramos de Qiliania graffini, un ave ancestral bautizada en honor al paleontólogo Greg Graffin, cantante del grupo punk Bad Religion y profesor de la Universidad de Cornell (EEUU). El estudio mostró que los dinosaurios que dieron lugar a las aves encogieron para adaptarse a un nuevo entorno generado por grandes erupciones volcánicas, largas olas de frío y, como golpe de gracia, la caída de un asteroide sobre la Tierra hace 66 millones de años.