La crisis religiosa que experimentó Europa durante el siglo XVI tuvo como antecedente de carácter político:
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Contenido > La crisis religiosa en Europa
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1- Concepto de Reforma
Se denomina Reforma a una profunda crisis religiosa producida en el siglo XVI, y lo que provocó el quebrantamiento de la unidad de la iglesia católica, que había imperado durante siglos en la Europa Occidental.
2- Reforma Protestante
Uno de los acontecimientos más trascendentales en la historia europea fue la Reforma protestante, que no sólo tuvo consecuencias religiosas, pues también generó una división de la sociedad europea, lo que provocó una serie de luchas entre Estados, los que se convirtió en uno de los azotes más importantes de los siglos XVI y XVII.
La Reforma comenzó después de un periodo de gran libertad de opinión y de riqueza intelectual. En el norte de Europa, el espíritu crítico del Humanismo sirvió para reformular muchos aspectos de la espiritualidad medieval. Esto se expreso en:
- La lectura de los antiguos textos religiosos de la Biblia, que interpretaban la búsqueda del ideal del Hombre Cristiano. Además se privilegia la búsqueda de las fuentes originales, antes que mantenerse en las interpretaciones medievales.
- Un estudio cada vez más riguroso de las escrituras en griego y hebreo, aspecto no contemplado por los humanistas italianos.
- El espíritu crítico de los humanistas, hacia las Escrituras Sagradas.
2.1- Antecedentes generales
A mediados del siglo XIV la Iglesia vivía una profunda crisis, trayendo consigo los primeros aires de ruptura, especialmente considerando que continuamente habían fracazado los intentos de reforma.
Paralelamente, el clero rural no recibía ningún tipo de formación, y los grandes conventos y, sobre todo, las catedrales se habían convertido en el medio para situar socialmente a los segundones de las familias nobiliarias. La vida religiosa se transformó en una forma de adquirir una buena posición y disfrutar del poder social. Por su parte, los reformadores pensaban que había muy poca preocupación por la evangelización del pueblo y la salvación de las almas.
Un grupo de humanistas cristianos, como Tomás Moro y, sobre todo, Erasmo de Rótterdam, denunciaron esta situación de corrupción de la vida religiosa, de apego a las riquezas y a los vicios de la sociedad. A pesar de lo evidente de los hechos, la Iglesia no fue capaz de cambiar a tiempo esta conducta lo que provocó una división de dos grandes bloques: por un lado los que negaron, junto con otros principios teológicos, la autoridad y la