la conquista de este territorio no fue difícil para los españoles porque
Respuestas a la pregunta
Ocurrió en principio que aquellos pagos del oeste no eran tan idílicos como hoy nos los pintan las agencias de viajes y esas fotos de promoción primorosamente elaboradas incluso con Photoshop incluido, pues tenían algunas zonas trucadas. De camino hacia las islas de las especias, las cosas se torcieron un poco cuando los primeros exploradores se dieron cuenta de que no había ojos rasgados por ningún lado. Es más, había algunos sujetos más bien dados a la barbacoa humana; no porque humanizaran la gestión e ingesta del animal, sino porque en las merendolas en cuestión se trapiñaban entre pecho y espalda a los humanos que pillaban desprevenidos. En Román Paladino, canibalismo sin ambages. Más tarde, sin comerlo ni beberlo, nos dimos de bruces con el Holocausto Azteca, el canibalismo y los sacrificios humanos como formas de locura que rozaban el paroxismo. Dicen algunos cronistas que una noche de luna llena antes de que desembarcaran los españoles, miles de perros aullaron sin motivo aparente Pero lo más fue cuando saltamos de las islas al continente. Aquello era el acabose. Estaban muy desarrollados en una especie de sistema fordiano de destrucción en el que miles de almas eran capturadas en las famosas guerras floridas de los Mexicas o Aztecas y ora les igualaban el cuello a los futuros interfectos en un pis pas, ora jugaban al futbito con las cabezas de los finados. Y luego dicen que los ingleses inventaron el futbol. Pronto nos dimos cuenta de que la cosa iba en serio y que no íbamos a cambiar espejitos y chucherías por porcelana china.
Las predicciones de la colonización
Ya habían advertido los astrólogos locales de que la cosa se iba a poner fea cuando vinieran del este, sí, de allá por donde amanece, unos señores barbudos con malas pulgas a hacerles una pupita gorda. En fin, el caso es que todas aquellas gentes que se emplumaban con penachos y banderolas se dieron cuenta tarde de la que se les avecinaba. El terrorífico Imperio Azteca pasó a la historia un 19 de agosto de 1521 cuando los españoles, aliados con los Tlaxcaltecas, Totonacas y Txitximecas (pueblos indígenas castigados por las razias, tributos, entregas de jóvenes para el sacrificio y vírgenes de buen ver), les tomaron la medida junto a un Hernán Cortes amparado en un surtidor de estrategia; pues eso es lo que era el extremeño, un militar intuitivo y muy dosificador con sus fuerzas. La resistencia mexica se convirtió en humo y una algarabía inmensa invadió todas las periferias de aquel brutal imperio.
Cuando el sol se puso, ya era tarde
Los españoles no se pusieron a matar “indios” sin más. No tenían capacidad para ello desde un punto de vista de masa crítica, independientemente de los buenos recursos tecnológicos que manejaron; pero la enorme limitación numérica de los mismos les hizo actuar con gran prudencia. Por eso Cortes se cabreó con Alvarado por la matanza que ocasionó gratuitamente en Technotitlan y que precedería a la famosa “Noche Triste”. Además, según Gibson y Preston, no tenían interés alguno en liarla parda. Lo primordial de la conquista española radicaba en surtirse de aliados fiables; en el caso de Cortés, los Totonacas, Txitximecas y Txascaltecas cumplían con excelencia estos requisitos, pues tenían hambre de venganza. Estos aliados les proporcionaban intérpretes, les indicaban las costumbres locales, la coyuntura política y los recursos a los que podían acceder. Asimismo, necesitaban que trabajaran para ellos y, puntualmente, que pelearan encastrados en sus filas. El genocidio, tan cacareado por los que podrán tener sus razones para verlo desde otra óptica, era contraproducente para la Corona.
Respuesta:
es la primera opción
explicación:
mientras los incas estaban concentrados en la lucha del mando, los españoles hicieron un trato con los incas del lado norte o oeste creo (no recuerdo bien) pero eran aquellos que estaban en desacuerdo con lo que los incas les habían dominado, así fue que los españoles llegaron fácilmente y lograron su conquista.
fuente: recuerdos de mi clase de historia.