La Comedia de intriga y amores clandestinos, comedia sorpresiva denuncia de la baja moral: los charlatanes de todas las clases. Es una técnica empleada por el escritor griego
Respuestas a la pregunta
Seis son las piezas que nos han llegado de Terencio. Ellas son La Andriana, El eunuco, El atormentador de sí mismo, Formión, La suegra y Los hermanos. Cada pieza consta de cinco actos.
Toda comedia latina, al margen del prólogo, poesía básicamente dos partes: una dialogada —diverbium— y otra cantada —canticum.
Las piezas de Terencio han sido elaboradas a partir de originales griegos cuatro: cuatro de Menandro (La Andriana, El eunuco, El atormentador de sí mismo y Los hermanos) y dos de Apolodoro (Formión y La suegra).
Estos autores formaban parte de lo que ha dado en llamarse comedia nueva. No se trata de una sátira política (comedia antigua), ni mitológica (comedia nueva), sino que su propósito apunta, antes bien, a una crítica social y a la pormenorizada descripción de costumbres y caracteres.
El escenario sigue siendo Atenas y los personajes son tipos corrientes de la pequeña burguesía media que está surgiendo como nueva clase en la Atenas helenística: ancianos, jóvenes arriesgados, cómplices esclavos muchachas engañadas, suegras sacrificadas.
Suelen mostrarse dos tipos de familias: una relativamente adinerada —con una casa en la ciudad y una pequeña finca en el campo—; la otra, una familia económicamente venida a menos, pero que ha sabido conservar su dignidad, aun en la indigencia.
La Comedia Nueva pone en escena las diversas situaciones de la vida misma donde los temas del amor y el matrimonio ocupaban los sitios de privilegio. Apunta también a un fin moralizador, fundado en la filantropía de los estoicos.
Didascalias: registros oficiales de las representaciones dramáticas.Periochas: breve resumen argumentalLas comedias de Plauto y Terencio están precedidas de un breve resumen argumental, en verso. Tal costumbre estuvo arraigada también entre los griegos del período de Menandro.
EN cuanto al prólogo, existe en Plauto una marcada tendencia al prólogo expositivo (exposición de la intriga). Con Terencio, el prólogo adquiere otras connotaciones. En él, el autor se defiende de los ataques de otros dramaturgos. Por lo demás, sus prólogos revisten carácter literario; en ellos, en ocasiones, entra en polémica con los detractores de sus piezas.
Así, los prólogos resultan ser obras serias en las que el comediógrafo, muchas veces, al explicar cómo ha surgido la comedia nos brinda los puntos más destacados de su dramaturgia; también, en algunos casos, ruega al público silencio.
Respecto a las críticas sobre el plagio, Terencio aclara que su propósito no es la creación pura, sino una suerte de recreación a partir de determinados modelos griegos.
Para los antiguos, la esencia del arte se fundaba en una suerte de mimesis, que nada tiene que ver con la noción de plagio, tal como lo entendemos en la modernidad.
Para la Antigüedad clásica, ser original significaba "volver al origen", vista desde esa perspectiva, la literatura era en consecuencia, una suerte de recreación de temas y motivos anteriormente tratados, lo importante no estaba tanto en la novedad de los temas, sino en la manera como eran desarrolados.