La casa azul en que nací está situada en una colina Sueño azul Elicura Chihuailaf. (Fragmento) rodeada de hualles, un sauce, castaños, nogales un aromo primaveral en invierno -un sol con dulzor a miel de ulmos- chilcos rodeados a su vez de picaflores que no sabíamos si eran realidad o visión ¡tan efímeros! En invierno sentimos caer los robles partidos por los rayos En los atardeceres salimos, bajo la lluvia o los arreboles, a buscar las ovejas (a veces tuvimos que llorar la muerte de alguna de ellas, navegando sobre las aguas) Por las noches oímos los cantos, cuentos y adivinanzas a orillas del fogón respirando el aroma del pan horneado por mi abuela, mi madre, o la tía María mientras mi padre y mi abuelo observaban con atención y respeto. Hablo de la memoria de mi niñez y no de una sociedad idílica Allí, me parece, aprendí lo que era la poesía las grandezas de la vida cotidiana, pero sobre todo sus detalles el destello del fuego, de los ojos, de las manos. Sentado en las rodillas de mi abuela of las primeras historias de árboles y piedras que dialogan entre sí, con los animales y con la gente. Nada más, me decía, hay que aprender a interpretar sus signos y a percibir sus sonidos que suelen esconderse en el viento. La casa azul en que nací está situada en una colina Sueño azul Elicura Chihuailaf . ( Fragmento ) rodeada de hualles , un sauce , castaños , nogales un aromo primaveral en invierno -un sol con dulzor a miel de ulmos chilcos rodeados a su vez de picaflores que no sabíamos si eran realidad o visión ¡ tan efímeros ! En invierno sentimos caer los robles partidos por los rayos En los atardeceres salimos , bajo la lluvia o los arreboles , a buscar las ovejas ( a veces tuvimos que llorar la muerte de alguna de ellas , navegando sobre las aguas ) Por las noches oímos los cantos , cuentos y adivinanzas a orillas del fogón respirando el aroma del pan horneado por mi abuela , mi madre , o la tía María mientras mi padre y mi abuelo observaban con atención y respeto . Hablo de la memoria de mi niñez y no de una sociedad idílica Allí , me parece , aprendí lo que era la poesía las grandezas de la vida cotidiana , pero sobre todo sus detalles el destello del fuego , de los ojos , de las manos . Sentado en las rodillas de mi abuela of las primeras historias de árboles y piedras que dialogan entre sí , con los animales y con la gente . Nada más , me decía , hay que aprender a interpretar sus signos y a percibir sus sonidos que suelen esconderse en el viento .
poema↑↑↑
pregunta↓↓↓
Reto3
¿Porqué? Justifica tu respuesta y subraya en el poema los versos que la respaldan
ayúdenme porfavor la necesito
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buenooooooooooooookkk
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