Historia, pregunta formulada por araujobaptistazoriag, hace 8 meses

juegos lúdicos del siglo 17​

Respuestas a la pregunta

Contestado por luisjared0503
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Respuesta:

Desde que nace el niño empieza a jugar. La mayoría de las actividades de la vida diaria de un niño, transcurren a través de formas lúdicas, se convierten en juegos donde el niño juega con los dedos de la mano y con todo lo que es capaz de alcanzar.

Los juegos de los niños son muy variados y representan una rica manifestación de la creatividad de la infancia y de la juventud. En el campo o en la calle, en casa o en el colegio se desarrollan libremente a través de una actividad más o menos reglamentada y asumida por todos los participantes.

Rodrigo Caro, ha sido uno de los primeros autores españoles que se preocuparon por estudiar el mundo del juego infantil. En su obra Días Geniales y Lúdricos (1626), investiga la antigüedad y el origen de los juegos más populares practicados por los muchachos: la taba, los dados, las damas, el corro, el columpio, la pelota, etc.

A partir del siglo XVII, son muchos los autores que siguiendo el ejemplo de Caro, escriben sobre el juego infantil y su importancia para un buen desarrollo del ser humano. Durante el siglo XIX, el movimiento folclorista, fue el que tomó el testigo de recoger la riqueza de los juegos infantiles. Uno de los mejores representantes de este movimiento, en relación al juego, es Santos Hernández, con su maravilloso libro titulado “Juegos de los niños en las escuelas y colegios” (1901), donde hace una descripción detallada de la mayoría de los juegos infantiles españoles.

El libro empieza con una dedicatoria a los niños, dice así “El libro que hoy os dedico, amadísimos niños, carece de todas aquellas prendas que hacen estimables las obras a los amigos de la ciencia o de las bellas artes. ¿Hay asunto tan baladí como los juegos de la infancia? ¿Qué novedad puede tener la descripción de esos entretenimientos, gustosos sin duda a vuestra edad, pero sólo por el encanto con que los reviste la fantasía de los pocos años?.

Santos Hernández, antes de pasar a describe los juegos, nos da, a manera de introducción unas observaciones:

1. No todos los juegos pueden organizarse en todas partes ni en todas las ocasiones.

2. Los juegos han de ser para los niños, y no los niños para los juegos.

3. Los juegos generales, tan recomendados, no serán de utilidad alguna si no se organizan de manera que todos los niños puedan tomar en ellos una parte proporcionada de sus fuerzas.

El libro contiene XVI capítulos, que clasifican el juego desde el punto de vista tipológico: I. Juegos sin instrumentos II. Juegos con zurriagos III. Juegos con cuerdas IV. Juegos con aros v. Juegos con tánganas VI. Juegos con trompos VII. Juegos con pelotas VIII. Juegos con balones IX. Juegos con zancos X. Juegos con bolas XI. Juegos con canicas XII. Juegos especiales XIII. Días festivos XIV. Fiestas extraordinarias XV. Vacaciones de Navidad XVI. Diversiones del campo.

En los últimos años, han sido muchos los educadores que ha dedicado su tiempo a estudiar y difundir el juego como una actividad importante y necesaria para la buena educación de nuestros jóvenes. La bibliografía es abundante, siendo relativamente fácil, encontrar libros especializados en el campo del juego aplicado a la actividad docente y recreativa.

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