Jorge estudio en un colegio masculino desde cuarto de primaria y fue víctima del Bull ying durante
gran parte de su vida escolar. Él era un niño juicioso, que cumplía con sus deberes y sus tareas. En
los recreos, se la pasaba solo, pues no lograba encajar dentro de ningún grupo de compañeros.
Cada vez que terminaba el año escolar, le pedía a sus padres que lo retiraran del colegio, pero ellos
ellos jamás le hicieron caso, así que año tras año la historia era la misma. “Mi actitud ayudaba a mi
aislamiento, ya no era buen deportista, y en esos colegios es importante serlo. Yo era buen
estudiante, tenía gafas, me gustaban los libros y la música clásica, pero para los que me agredían,
esos se consideraba lo más malo del mundo. Cada detalle se exageraba y era motivo de burlas”,
afirma Jorge, mientras me muestra el anuario de su colegio.
“Mi mamá creía que los estudiantes me querían mucho, porque cuando habían exámenes, algunos
de ellos llegaban a mi casa para que los ayudara a estudiar. Sin embargo, apenas terminaba la
temporada de evaluaciones, las cosas volvían a la normalidad. Al final del bachillerato, todo estaba
peor. Recuerdo que en el último año, la situación fue más difícil. Empecé a tener problemas de
concentración, me sudaban las manos y a tener tics faciales. Tenía 17 años. Mi cuerpo comenzó a
reaccionar ante los insultos; cada vez que veía llegar el bus del colegio a recogeré en las mañanas,
el sudor comenzaba a aparecer. Era una cosa asociada al colegio. Entre semana tenía que ir a
estudiar, pero los fines de semana, cuando salía con mi familia de paseo al Norte, trataban de evitar
que pasáramos cerca del colegio; no me gustaba ni Acercarme”. Esto me lo cuenta Jorge, mientras
intenta limpiar las gotas de sudor que comienzan a aparecer en sus manos.
Una terapia de 18 años
A pesar de las burlas, el maltrato, la presión física y psicológica que le generaba el colegio, él lo
soportó 7 años; así a los 17 años de edad, Jorge logró graduarse como bachiller. Una vezgraduado,
comenzó a tomar diferentes terapias psicológicas por 18 años. Los primeros tres años habló sobre
el tema, de todo lo que le había pasado en el colegio. Fue un refugio para él, igual que lo son hoy
sus libros. “Busqué refugio en mis libros, con ellos lograba entrar a otros mundos que me permitían
olvidarme de todo aquello que me pasó”, dice Jorge.
Jorge... no va a fiestas y aún le cuesta comunicarse con algunas personas. Actualmente, trabaja
como profesor, pero dice que eso no le garantiza que logrará tener muchos amigos ni llevar una
vida social activa.
INSTITUTO MADRE DEL BUEN CONSEJO
Código: A-03 F-04
Versión: 01
EVALUACIONES
FECHA: marzo de 2013
Página 2 de 3
Proyectó: Mg. Martha Lucía Mendoza Alba
Coordinadora Sede A
Actualmente, Jorge trabaja como profesor universitario y de colegio. “Yo utilizo esto como tema de
clase. Les cuento esta historia a mis alumnos y así comencé a convertirme en una especie de
psicólogo. Tenía tres niños en la puerta de mi casa; a las 4:00 pm, llegaban a contarme sus
problemas. Creo que trato de ayudar a otras personas para que no les suceda lo mismo que a mí”,
concluye Jorge.
Tomado de RIVAS, Claudia Erika. Bull ying, problema sin resolver. “Dos historias, una misma
Realidad”.2015
**PREGUNTA**
Escríbele a Jorge lo que piensas de su caso:
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Debes ser fuerte
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