Jeporehaka ▪︎Gonzáles Torres ,Dionisio Folklore del Paraguay p 69_70 Es guarani y no hay para elegir puae Castellano
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Respuesta:
El Paraguay es el único país latinoamericano donde la lengua de los «vencidos» ha mantenido su vigor hasta el siglo XXI. Es más, la Constitución de 1992 establece definitivamente en su Artículo 140: «El Paraguay es un país pluricultural y bilingüe. Son idiomas oficiales el castellano y el guaraní». Pero sería un error pensar que la situación lingüística se deba a la importancia demográfica de la población indígena «mestiza» en esta céntrica república sudamericana: las comunidades indígenas guaraní-hablantes en su totalidad ya no corresponden a más del 1% de la población, pero casi la totalidad de los paraguayos conoce el ava ñe'ê («la lengua del hombre») y lo emplea parcialmente en la comunicación oral diaria (Steckbauer 1999, p. 386 y ss.).
De ahí que, hablando de literatura guaraní y de literatura paraguaya, se imponga distinguir entre literatura (indígena) guaraní y literatura paraguaya en guaraní -aun a sabiendas de que la segunda comparte y hereda temas y problemas de la primera y que, en ambos casos, la aplicación del término literatura es algo problemática. Si bien hubo varios intentos de «reducir a escritura» el guaraní (Melià 1995, p. 90) desde el tiempo de los jesuitas, de hecho mantuvo su carácter básicamente oral (además de marginado) hasta las postrimerías del siglo XX. Si tomamos en serio el concepto de literatura paraguaya en guaraní como «arte de la palabra escrita por la cual el pueblo paraguayo expresa su cultura en su propia lengua», no sería exagerado decir que las últimas tres décadas son el período de emergencia, de gestación y (re)nacimiento de una nueva literatura sobre raíces antiguas.
Explicación:
Ñamandu Ru Ete tenondegua
oyvára peteîgui,
oyvárapy mba'ekuaágui,
okuaararávyma
tataendy, tatachína ogueromoñemoña.
Oãmyvyma,
oyvárapy mba'ekuaágui,
okuaararávyma
ayvu rapytarã i oikuaa ojeupe.
Oyvárapy mba'ekuaágui,
okuaararávyma,
ayvu rapyta oguerojera
ogueroyvára Ñande Ru.
[...]
El verdadero Padre Ñamandú, el primero,
de una pequeña porción de su propia divinidad,
de la sabiduría contenida en su propia divinidad,
y en virtud de su sabiduría creadora
hizo que se engendrasen llamas y tenue neblina.
Habiéndose erguido,
de la sabiduría contenida en su propia divinidad,
y en virtud de su sabiduría creadora
concibió el origen del lenguaje humano.
De la sabiduría contenida en su propia divinidad,
y en virtud de su sabiduría creadora,
creó nuestro Padre el fundamento del lenguaje humano
e hizo que formara parte de su propia divinidad.