J) Investigar y buscar una leyenda urbana misionera o de Posadas, que te hayan contado o leído, para hacer
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Respuesta:
Las sombras del cementerio
En Apóstoles hay personas que aseguran la existencia de sombras oscuras en cercanías del cementerio del pueblo. Varias historias corroboran estos dichos, como la de Miguel Ángel Aguilar quien temeroso de cruzar cada noche frente al camposanto para regresar a su hogar una vez se llevó un susto que hasta hoy no puede olvidar.
Es que hace años, el hecho de volver a su casa desde el centro hasta el barrio militar lo llenaba de miedo, porque para llegar debía pasar indefectiblemente frente al cementerio. La zona era entonces un descampado que rodeaba la avenida San Martín antes de llegar al Regimiento de Monte XXX.
La calle estaba iluminada por farolas que pendían en el centro de los cables que atravesaban la arteria y se balanceaban con el viento, más aún, cuando el tiempo estaba feo.
Aguilar era en esa época uno de los tantos muchachos integrantes de las barras de jóvenes que se encontraban en el centro de la ciudad para compartir un rato, pero todavía recuerda con nitidez que debía juntar coraje para regresar de noche a su casa del barrio militar.
Pues hace más de 20 años no había remises circunstancia que le trajo a la memoria la escena de los pinos, el muro, la luz balanceándose y el Padre nuestro que rezaba apuradamente para atravesar el trayecto.
Recordó que tendría unos 17 años y la consigna era no mirar para adentro del cementerio cuando cruzaba por el acceso. Pero una noche un temporal lo sorprendió, apuró los pasos y justo antes del cementerio se produjo un apagón que lo dejó totalmente a oscuras.
Solamente los relámpagos iluminaban intermitentemente, cuando entre los reflejos parpadeantes del cielo, Miguel Ángel divisó una sombra negra que se aproximaba de frente.
Agachó la cabeza y medio temblando siguió avanzando. “Estaba asustado como nunca, cuando me di cuenta de que la silueta era la de un soldado conscripto que protegido con su amplia capa, caminaba en dirección contraria”.
La anécdota no pasó de un susto, pero es una de las tantas que alimentan los relatos de misteriosas apariciones y sombras en el campo santo.
Explicación:
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Respuesta:
yo te ayudo solo esperarme unos minutos