IV.Busca diez hiatos y 10 diptongos en este texto.
Las piernas le temblaban al pobre ciego lo mismo que el día primero en q ue salió a cantar; pero esta vez no era de vergüenza, sino de hambre. Avanzó como pudo por las calles, enfangándose hasta más arriba del tobillo: su oído le decía que no cruzaba apenas ningún transeúnte; los coches no hacían ruido, y estuvo expuesto a ser atropellado por uno. En una de las calles con más ajetreo se puso al fin a cantar el primer pedazo de ópera que acudió a sus labios: la voz aún débil y enronquecida la garganta; nadie se acercaba a él ni siquiera por curiosidad. «Vamos a otra parte,» se dijo, y bajó por la Carrera de San Jerónimo, caminando torpemente sobre la nieve, cubierto ya de un blanco cendal y con los pies chapoteando agua. El frío se le iba metiendo por los huesos; el hambre le producía un fuerte dolor en el estómago.
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jajajajajajaajajaj
Explicación:jkhjklh
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