investigue las migraciones ecuaotrianas por la crisis de 1999
Respuestas a la pregunta
Se reunieron en Quito (capital), las autoridades de la Superintendencia de Bancos de Ecuador, del Banco Central y de la Comisión de Desarrollo Económico de la Legislatura, con perjudicados de la peor crisis bancaria y financiera en Ecuador, la cual se experimentó en 1999 cuando se decretó un feriado bancario, cayeron 17 bancos con pérdidas que se estimaron en 6170 millones de dólares, y una crisis humanitaria sin precedentes.
Por lo que se creó una ley orgánica específica para intentar zanjar esta crisis, donde casi 1000 deudores, calificados de buena fe, buscan mejores condiciones para pagar sus acreencias.
Se debatió entonces reformas a esta ley para beneficiar a este grupo de personas, tomando en cuenta que también hay deudores que se aprovecharon.
Además, el superintendente de Bancos, Christian Cruz, informó sobre los avances en los cobros de acreencias aún pendientes por los bancos quebrados, en lo que parece una historia interminable.
Asimismo, recalcó que hoy la Superintendencia de Bancos no está al servicio de los banqueros ni del neoliberalismo.
Luego de 17 años de la peor crisis financiera y bancaria de Ecuador, se busca reformar esta ley orgánica para beneficiar a casi mil deudores de buena fe, cuya capacidad de pago es limitada, pero están dispuestos a cumplir con sus obligaciones.
Cuando los gobiernos tienen déficit presupuestarios, pueden devaluar su moneda, emitiendo más billetes para cubrir la brecha entre gastos e ingresos. Cuando esto sucede, la moneda pierde su valor frente al dólar, usado como referencia estándar internacional. Mientras más dinero se imprime, más se devalúa la moneda porque su total de circulante no coincide con las reservas de dólares que posee. La devaluación, en algunos casos, busca “mejorar” la economía y abaratar el costo de los productos frente a los demás, generando mejor competitividad para las exportaciones de un país.
En 1998, el gobierno devaluó, una vez más, el sucre. Ese año, la cotización fue de 5.000 sucres por cada dólar.
Eso perjudicó a las personas que tenían ingresos fijos porque disminuía su capacidad de compra: si antes con 5.000 mil sucres se podía comprar alimentos para todo el mes. Cuando hay devaluación, una de las consecuencias es que se encarecen las importaciones porque la moneda tiene menos valor frente a otras. Entonces, se necesita más dinero para importar y, por lo tanto, aumenta el precio de los productos que vienen del extranjero.
En el año 2000, el Ecuador vivió la peor devaluación monetaria de su historia. El precio del dólar llegó a 25.000 sucres. La constante devaluación de la moneda hizo que la inflación llegara al 91%, haciendo que el poder adquisitivo de los ecuatorianos cayera drásticamente.
Una vez anunciada la dolarización de la economía, el 13 de marzo del 2000, el Congreso Nacional expidió la Ley para la Transformación Económica del Ecuador. La nueva ley encargó al Banco Central del Ecuador la función de canjear los sucres en circulación por dólares. Además, debía de establecer nuevas reglas para el sistema financiero del país. De esta manera, fue como los sucres fueron retirados de circulación.
Entre 1982 y 1999 los gobiernos del Ecuador “utilizaron a la devaluación de la moneda como un instrumento para beneficiar a determinados grupos económicos particularmente de exportadores”, cree Diego Borja, economista y exministro de Economía. En 1982 el dólar costaba 25 sucres; para 1990, la cotización del dólar era de 884 sucres. Cuando el sucre murió, al final del siglo XX, su precio había crecido casi treinta veces.