Investigar sobre los diferentes conceptos de género y sexualidad en los procesos históricos desde 1900 a nuestros días
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Entre los antecedentes más antiguos de la revolución sexual se encuentran distintas corrientes filosóficas que planteaban varias reformas relacionadas con la libertad y la advocación de la naturalidad del comportamiento sexual humano, reformas que correspondían a la visión política del humanismo antropocéntrico asimilado en la Era del Renacimiento y la Ilustración. En la Europa de la Ilustración se plantearon diversas cuestionantes sobre la tolerancia a la naturalidad del comportamiento sexual, caracterizado por una respuesta cíclica que entendía la tolerancia y la represión, es decir, consideraban al comportamiento sexual humano como intrínseco a la naturaleza humana, pero consideraban algunas de sus manifestaciones como crímenes sexuales cuando dicho comportamiento no se apegaba a la estructura de la sociedad o los designios de la religión. Se centraban en clasificaciones del sexo por su carácter "criminal" (adulterio, poligamia, fornicación, abuso sexual, prostitución) y por su carácter "innatural" (masturbación, sodomía, zoofilia, y abuso sexual infantil).6
En aspectos morales se presuponía la existencia regular de actividad sexual, entre las parejas sexuales unidas en matrimonio, con el principal propósito de la procreación y la satisfacción principal de la figura masculina, colocando a la figura femenina del matrimonio como un objeto meramente sexual a merced de la figura masculina (llevando en muchas ocasiones a situaciones de violencia y abuso sexual, porque su estatus social y legal dependía completamente del hombre en el matrimonio).7 Existía la norma sexual que estipulaba moralmente la forma ideal en que los matrimonios debía ser conformados, estableciendo matrimonios heterosexuales donde ambos involucrados perteneciesen al mismo estrato socio-económico y a la misma raza o etnia de origen, bajo ciertos criterios en las diferencias de edades y sin verse involucrados aspectos como la consanguinidad.8 Esta norma sexual también preveía la decencia sexual y la castidad como elementos fundamentales en la convivencia social de una persona en matrimonio, o fuera de este; esto establece la inmoralidad de la fornicación y la dignificación social de actitudes como la no promiscuidad y la abstinencia sexual anterior al matrimonio.9
La visión filosófica de Tomás de Aquino colocaba a la templanza como una virtud esencial en la vida sexual humana, considerando a la sexualidad humana como un designio de la divinidad y una inclinación natural que aseguraba la estabilidad corporal, por lo que no consideraba a la práctica de la sexualidad humana como un acto inmoral o de maldad. Esto se apegaba únicamente cuando estaba integrada dentro del matrimonio y no se veía relacionada con la sexualidad que se consideraba moralmente como innatural o criminal como el abuso sexual infantil, la masturbación, la zoofilia y la sodomía.10 La vida religiosa, en cambio, restringía la naturalidad sexual y obligaba al celibato, aunque también representó una alternativa común para hombres y mujeres que no deseaban vivir en matrimonio y se retiraban así a monasterios y conventos.[cita requerida]
Explicación: