Investiga y escribe la biografía de Benito Juárez y Maximiliano de Habsburgo
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Benito Pablo Juárez García (San Pablo Guelatao, Oaxaca; 21 de marzo de 1806-Ciudad de México, 18 de julio de 1872) fue un abogado y político mexicano, de origen indígena (de la etnia zapoteca), presidente de México en varias ocasiones, del 21 de enero de 1858 al 18 de julio de 1872.[1] Se le conoce como el «Benemérito de las Américas».nota 1 Es célebre su frase: «Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz».[2]Benito Juárez vivió una época crucial en la formación del estado mexicano, considerada por muchos historiadores como la consolidación de la nación como república. Juárez marcó un parteaguas en la historia nacional y fue protagonista de primer nivel de esta época. A pesar de tratarse de un Presidente sin antecedentes militares, fue una figura clave tanto en la Guerra de Reforma como en la Segunda Intervención francesa. Su biografía durante los años que ocupó la presidencia es una parte sobresaliente de la historia de México.
Explicación:
Maximiliano I
(Viena, 1832 - Querétaro, México, 1867) Emperador de México (1864-1867). Maximiliano era un archiduque de la Casa de Habsburgo, hermano del emperador Francisco José I de Austria y yerno del rey belga Leopoldo I. En 1857 fue nombrado gobernador de las provincias italianas de Lombardía y el Véneto, pertenecientes al Imperio Austriaco; y, como tal, sufrió el ataque del Piamonte que, con el apoyo militar del Segundo Imperio francés, le arrebató la Lombardía y puso en marcha la unificación de Italia en 1859.Desde entonces se retiró de la vida pública, dedicándose a viajar y estudiar botánica. En 1863 Maximiliano volvió a entrar en los planes de Napoleón III: el emperador francés había invadido México para exigir el pago de las deudas del gobierno de Benito Juárez en 1861 y, una vez allí, había decidido convertirlo en un Estado satélite, desde el cual contener la influencia anglosajona en América Latina en beneficio de Francia, aprovechando el debilitamiento de los Estados Unidos por la Guerra Napoleón hizo que la asamblea de notables conservadores que le apoyaban en México ofreciera la Corona del país a Maximiliano, para así reconciliarse con Austria y compensarle por la pérdida del Piamonte. Maximiliano aceptó en 1864 y se convirtió en emperador de México, apoyándose en la opinión católica y conservadora frente a los liberales de Juárez, que contaban con el apoyo popular.
Maximiliano I de México aplicó una política encaminada a propósitos liberales afectando a los grupos conservadores, pues con los decretos sobre nacionalización de bienes eclesiásticos y de libertad de cultos, ratificó las Leyes de Reforma juaristas. Su popularidad fue cayendo no sólo ante los ojos de los conservadores mexicanos que lo colocaron en el poder, sino ante el mismo Napoleón III, quien le retiró su ayuda económica y militar.
Las fuerzas nacionalistas liberales provocaron una guerra civil y obligaron a Maximiliano a pedir ayuda a sus promotores. La emperatriz Carlota de México viajó a Francia y Roma para pedir apoyo, pero durante su estancia en Europa enloqueció, por lo que quedó recluida en Tervueren, Bélgica. Las fuerzas liberales comandadas por los generales Ramón Corona y Mariano Escobedo avanzaron hasta Querétaro, en donde los enfrentó el mismo Maximiliano y los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, sin éxito. El emperador y sus generales fueron aprehendidos y condenados a muerte, sentencia que se ejecutó en el Cerro de las Campanas el 19 de junio de 1867. Sus restos fueron enviados a Austria y enterrados allí.