Salud, pregunta formulada por nananluu, hace 10 meses

investiga sobre los sucesos que marcaron la década de los 60 a nivel
mundial y relaciónalos con el cambio de concepto de la sexualidad para esa
época.

Respuestas a la pregunta

Contestado por elsolii
2

Respuesta:

Vida cotidiana y sexualidad en

la década de 1960*

Nicolás Viotti**

Suele afirmarse que la década de 1960 condensa grandes transformaciones sociales y culturales en las sociedades occidentales. Los “60s” son la

década de grandes cambios: la llegada a la luna, el Concilio Vaticano II,

los movimientos de liberación en el tercer mundo, los movimientos por

los derechos civiles en Estados Unidos y las criticas anti-jerárquicas a las

instituciones europeas. Pero también, y sobre todo, la década de 1960 supone idealmente una transformación en la vida cotidiana y en los modos

de subjetivación: la emergencia de nuevos estilos de vida marcados a fuego por una sensibilidad autónoma que contrasta con lo que suele imaginarse como un orden relativamente más jerarquizado en las décadas anteriores. Sexo, drogas y rock and roll sigue sonando como un mantra que

identifica un momento intenso de la imaginación social sobre un pasado,

ya no tan reciente, que suele ser visto como un momento de mutación

significativo en ámbitos poco formalizados de la vida social, o al menos

poco formalizados para unas ciencias sociales muy formalistas, como las

relaciones de parentesco y la sexualidad. Pero que sin duda se pueden

extender hacia otras relaciones tan poco formalizadas como ellas: las relaciones con lo sagrado, con la industria cultural y con el propio cuerpo.

El caso Argentino, sin embargo, no tuvo análisis sistemáticos que den

cuenta de las condiciones locales, los alcances y los límites de esa transformación. Las ciencias sociales se consolidaron sobre una agenda de temas

y abordajes en donde el pasado argentino reciente resultaba extraño (o

tal vez demasiado familiar) y en donde, en el mejor de los casos, resultaba

atractivo en tanto devolvía la imagen reflejada del origen (y momento

heroico) de la radicalidad político-cultural como objeto particularmente

legítimo. Hasta hace muy poco los escasos trabajos académicos dedicados a la década de 1960 se caracterizaron por ser análisis focalizados en

una parcela restringida de los sectores medios ilustrados identificados con

la vanguardia político-cultural, cuando no directamente dedicados a un

subgrupo dentro de ese horizonte como los llamados “intelectuales de izquierda”. Vale decir también que en la mayoría de los casos esos trabajos

fueron escritos por participantes activos de esa sensibilidad cultural.1

La perspectiva de esos trabajos supo centrarse sobretodo en la producción

y la circulación de bienes culturales letrados. Esa perspectiva se interesó

poco por otros espacios de la producción, la circulación y, sobre todo, los

usos de bienes de la llamada cultura masiva (vinculados con la música, el

cine, la radio y la televisión). Asimismo, en buena medida esos enfoques

no se interesaron por la vida cotidiana.2

Si sabemos bastante sobre el “campo intelectual” de la década, y sobre

todo sobre sus zonas políticamente radicalizadas, mucho menos se sabe

sobre la experiencia de otras franjas de la vida social menos heroicas. Sus

formas de organización familiar, su modos de vivir la sexualidad, sus experiencias religiosas y estéticas. Y, sobre todo, al suponer a la década de

1960 como un gran proceso de modernización radical se sabe poco sobre

las continuidades y las transformaciones culturales realmente existentes.

¿Qué decir de fenómenos que excedían la radicalidad política en la experiencia social de la década de 1960? ¿Cuánto de novedad cultural supuso

la década en relación a las formas culturales y las subjetividades dadas en

las décadas precedentes? La publicación de una serie reciente de trabajos

centrados en la historia social y cultural de la década de 1960 parece ampliar esa tendencia y empezar a descentrar las miradas.

Pareja, sexualidades y familia en los años sesenta de Isabella Cosse

(2010) se refiere a las relaciones afectivas y contractuales entre varones

y mujeres, así como entre padres e hijos. Analiza los modelos de familia

y las relaciones de parentesco en un contexto de fuertes cambios y cuestionamientos al modelo nuclear y a las relaciones de jerarquía, pero su

argumento mas fuerte esta en mostrar como esos cambios mantuvieron

muchas veces modelos normativos previos y supusieron mas continuidades que rupturas con la cultura familiar y los modos de subjetivación

previos.

espero que te ayude y si quieres puedes resumirlo por goggle jeje xd

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