Religión, pregunta formulada por Fourze, hace 16 horas

investiga la vida de cada santo y luego responde ¿Como vivieron y afrontaron los santos las epidemias?​

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Respuestas a la pregunta

Contestado por romerobozadamadeleyn
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Respuesta:

En estas semanas, personas de todo el mundo estamos viviendo la pandemia del Coronavirus, en algunos países ya se hablan de cifras de muchos muertos mientras en otros recién se están ventilando los primeros contagios.

San Cipriano y la peste chipriota

La peste que azotó Cartago en el 252 y Cipriano, con maravillosa energía, reunió un equipo de trabajadores y un gran fondo de dinero para la atención de los enfermos y la sepultura de los muertos. Fue una plaga que devastó el Imperio Romano en el siglo III d. C. Y llamada Peste chipriota, probablemente causada por una forma de sarampión o viruela, fue tan devastadora que un testigo creyó El mundo estaba llegando a su fin.

San Gregorio Magno y la peste de su tiempo

San Gregorio Magno fue elegido papa con el nombre de Gregorio I (540-604).

En aquel tiempo, Italia se hallaba convulsionada por enfermedades, carestía, agitación social y la devastadora invasión lombarda. Entre los años 589 y 590, una epidemia de peste, la temible lues  inguinaria, tras haber devastado el territorio de Bizancio en Oriente y el de los francos en Occidente, se desencadenó sobre la ciudad de Roma.

San Carlos Borromeo y la peste de 1576

San Carlos Borromeo (1538-1584), cardenal de la Santa Iglesia Católica y arzobispo de Milán de 1565 a 1583, vivió durante la terrible epidemia de peste de 1576. Los primeros casos se dieron en Milán el 11 de agosto, precisamente cuando llegaba Don Juan de Austria. El vencedor de Lepanto, seguido del gobernador don Antonio de Guzmán y Zúñiga, se alejó de la ciudad mientras Carlos, que había ido a Lodi para asistir a los funerales del obispo, se apresuró a ir allí.

San Juan Bosco y el cólera

San Juan Bosco, quien en 1854 - pocos años antes de que fundara la Congregación Salesiana-, vivió junto con sus hijos espirituales - cerca de cien adolescentes del oratorio de Turín- la epidemia del cólera que por entonces afectó fuertemente a la ciudad italiana.

Conclusión:

Como católicos, debemos buscar en estos momentos más que nunca, acercarnos a la oración diaria y otras prácticas espirituales, así como invitar a nuestros familiares que vivimos la cuarentena, a hacerlo. Esta cuarentena, justamente ha coincidido con el tiempo de Cuaresma que nos invita a convertirnos más al Señor. Es un tiempo de pedir por los enfermos, los fallecidos, por sus familias, por los médicos y todas las personas más expuestas al virus. Dejemos las actividades vanas y busquemos ayudar espiritualmente lo más que podamos. Recemos a la Virgen el Rosario y pidamos clemencia a Dios para que cese esta pandemia, pero con mucha fe y esperanza y sin caer en el pánico ni la depresión. Los santos así lo hicieron y debemos seguir su ejemplo.

Explicación:

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