Investiga la definición de consumo sostenible que sugieren Nick Robins y Sarah Roberts, del Instituto Internacional de Desarrollo y Medio Ambiente. (2)
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Nuestras decisiones de compras reciben la influencia de muchos factores, incluyendo nuestra edad y salud, lugar de residencia, ingreso y riqueza, creencias sociales e incluso nuestro estado de ánimo.
El consumo sostenible nos pide que cuando compramos tomemos en consideración aspectos que van más allá del individuo. Éstos incluyen no sólo los impactos ecológicos de lo que compramos, sino también la equidad, los derechos humanos y las dimensiones políticas de la sostenibilidad en el proceso de producción y consumo. Estos aspectos del consumo sostenible proporcionan algunas pautas sobre cómo reducir los impactos sociales y ecológicos de lo que consumimos.
Por ejemplo, la Guía de los Compradores Justos [Just Shoppers' Guide] que está en Internet sugiere criterios que deben tomarse en cuenta cuando se compran cosas de todos los días como chocolate, zapatos deportivos, atún, detergente para ropa, bebidas sin alcohol, papel, madera, ropa y demás.
La intención de este tipo de pautas no es hacernos sentir culpables, sino alentarnos para hacernos preguntas como:
¿Realmente necesito este artículo?
¿Lo puedo producir yo mismo?
Después, cuando ya decidimos comprar algo, debemos pensar de manera crítica acerca de cada paso en el "ciclo de vida" del producto:
Producción
Transportación y venta al por menor
Uso
Eliminación
Pensar críticamente acerca de los impactos del consumo puede llevarnos a darnos cuenta de la importancia de:
La naturaleza holística del consumo sostenible
Estrategias personales y políticas para el cambio social
Prioridades culturales y nacionales para un desarrollo apropiado.
Hacia una definición
Hay muchas definiciones del consumo sostenible, pero la mayoría comparten un número de aspectos en común, incluido un énfasis en:
Satisfacer las necesidades humanas básicas (no el anhelo de 'deseos' y lujos),
Favorecer la calidad de vida y no los estándares materiales de subsistencia,
Minimizar el uso de recursos, los residuos y la contaminación,
Adoptar una perspectiva que considere el "ciclo de vida" en las decisiones que toma el consumidor, y
Actuar pensando en las futuras generaciones.
Estos cinco puntos están incluidos en una definición que parece haberse convertido en una de las de mayor autoridad en los años recientes. Es una definición propuesta en 1994 por el Simposio sobre Consumo Sostenible que realizado en Oslo:
...el uso de servicios y productos relacionados que respondan a las necesidades básicas y que proporcionen una mejor calidad de vida a la vez que se minimiza el uso de recursos naturales y materiales tóxicos, así como las emisiones de residuos y contaminantes, durante el ciclo de vida del servicio o producto, con el fin de no poner en riesgo las necesidades de las generaciones futuras.
coronita plis