Inventa un cuento religioso.
Respuestas a la pregunta
Hace mucho, mucho tiempo, cuando el cielo aún era limpio y los rebaños cruzaban los campos en busca de hierba verde, había un pastor que tenía cien ovejas. Por la mañana las llevaba cruzando montes y colinas a pastar a los mejores prados. Por la tarde cuando las ovejas habían comido bastante las llevaba de regreso al redil para que durmieran tranquilas y sin peligro.
Era un pastor muy bueno y quería mucho a sus ovejas. Y ellas también lo amaban mucho, pero había una oveja un poco desobediente. Siempre estaba esperando la ocasión para escaparse. Ella pensaba que había pastos mejores de los que su pastor le ofrecía, porque al pasar por el camino había visto a lo lejos unos estupendos.
– ¿Por qué será que el pastor nunca nos lleva a comer aquellos pastos tan deliciosos?, decía Blanquita en cuanto se imaginaba comiendo los pastitos distantes.
– ¡Blanquita! ¡Blanquita! Vení aquí. Llamó el pastor preocupado.
– ¡Sí, ya voy!, respondió Blanquita un poco enojada.
Y así fue que blanquita. Obediente, pero de mala gana, regresó con el pastor que la retó cariñosamente.
Explicación:
ahi esta , ojalá te sirva