interpretacion historica o patriotica de cada estrofa del himno nacional dominicano
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Quisqueyanos valientes alcemos, nuestro canto con viva emoción y del mundo a la faz ostentemos nuestro invicto y glorioso pendón.
Aquí se hace mención a los habitantes aborígenes (quisqueyanos) de la isla cuyo nombre original era Quisqueya, que deben cantar el himno ante todas las naciones con orgullo.
Salve el pueblo que intrépido y fuerte, a la guerra a morir se lanzó, cuando en bélico reto de muerte, sus cadenas de esclavo rompió.
Se alaba al pueblo dominicano que repelió a sus enemigos dispuesto a morir por su patria y a no dejarse esclavizar.
Ningún pueblo ser libre merece, si es esclavo indolente y servil, si en su pecho la llama no crece, que templó el heroísmo viril.
Más Quisqueya la indómita y brava, siempre altiva la frente alzará. Que si fuere mil veces esclava, otras tantas ser libre sabrá.
Cualquier pueblo (el Quisqueyano también) merece ser libre si su gente siente orgullo de su patria y la defiende con entusiasmo ante cualquier invasor tantas veces como sea necesario.
Que si dolo y ardid la expusieron, de un intruso señor al desdén. Las Carreras, Beller campos fueron, que cubiertos de gloria se ven.
En el siglo XIX en las relaciones entre Rep. Dominicana y Haití se oscurecieron y acabaron con la dominación haitiana sobre los dominicanos y la humillación que esto supuso. Hace mención dos de las batallas sangrientas que ocurrieron en ese entonces por luchar por librarse de ese sometimiento. Las Carreras y Beller.
Que en la cima del heroico baluarte, de los libres el verbo encarnó. Donde el genio de Sánchez y Duarte, a ser libro o morir enseñó.
Aquí hace referencia al inicio del movimiento de liberación o independencia desde el baluarte de la Puerta del Conde representado simbólicamente por dos de sus hérores Sánchez y Duarte.
Y si pudo inconsulto caudillo, de esas glorias el brillo empañar, de la guerra se vio en Capotillo, la bandera de fuego ondear.
El inconsulto caudillo es Pedro Santana héroe en las batallas contra Haití empaña sus méritos decidiendo vincular República Dominicana a España sin consultar al pueblo, provocando su malestar. Ese malestar se mostró enarbolando la bandera en Capotillo y dando comienzo la guerra de Restauración.
Y el incendio que atónito deja, de Castilla al soberbio León, de las playas gloriosas se aleja, donde flota el cruzado pendón.
En la Guerra de Restauración los dominicanos prendían fuego a todo aquello que no era posible defender, uno de esos fuegos en Santiago de los Caballeros incendiada la Fortaleza de San Luis hace que los españoles representados por Castilla (al soberbio León el pendón español) deban abandonar y salir de Santo Domingo por sus gloriosas playas, donde vuelve a ondear la bandera nacional.
Compatriotas mostremos erguida, nuestra frente orgullosos de hoy más, que Quisqueya será destruida, pero sierva de nuevo jamás.
Que es santuario de amor cada pecho, do la patria se siente vivir, y en su escudo invencible el derecho: Y es su lema ser libre o morir.
Que el ejemplo de todos los hechos y el empuje de su orgullo haga que República dominicana siempre luche por si libertad y no permita jamás volver a ser dominada.
El pecho de cada dominicano debe llevar a su país adentro con tal fortaleza que sea su arma y su derecho por el que esté dispuesto a dar su vida.
Libertad que aún se yergue serena, la victoria en su carro triunfal, y el clarín de la guerra aún resuena, pregonando su gloria inmortal.
Libertad que los hechos se agiten, mientras llenos de noble ansiedad, nuestros campos de gloria repiten, ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad.
Aquí se hace mención a todo el camino andado para conseguir la libertad, que todas esas hazañas deben difundirse para nunca abandonar el ideal de Libertad.
Espero que te sirva.
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