Instrucciones para ganarse el Premio Nobel
Los maestros tienen la palabra
______Las posibilidades son ilimitadas. Se trata de saber mezclar los clásicos. Dejo la tarea en manos de
quienes quieren ganarse el Nobel.
______ Un reciente artículo de la revista Time sobre García Márquez observa que Cien años de Soledad
se inicia “con una de las más provocativas entradas de la literatura”. La recordamos para los candidatos
aspirantes a ganarse el Nobel que aún no la sepan de memoria: “Muchos años después, frente al pelotón
de fusilamiento, el coronel Aurelio Buendía habría de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó
a conocer el hielo”.
_______¿Bastará con echar mano a grandes párrafos iniciales para conseguir una entrada que sea superior
a todas? ¿Podría obtenerse el revoltillo perfecto?
_______ ¿Cómo empezar? Los escritores también se lo preguntan a diario, como los periodistas. Algunos
se han fajado párrafos iniciales que ahora pertenecen a la memoria colectiva de la humanidad: “En un lugar
de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo vivía un hidalgo de los de lanza
en astillero, rocín flaco y galgo corredor”.
______ Lo que ni Time ni muchos admiradores de García Márquez saben es que esta bellísima entrada
está inspirada en una frase de Pedro Páramo: “El padre Rentería se acordaría muchos años después de la
noche en que la dureza de su cama lo tuvo despierto y después lo obligó a salir”. Alguna vez García
Márquez dijo que en Cien años de soledad había escondido un homenaje a Juan Rulfo. Este es el
homenaje.
______ Por ejemplo: “Muchos años después, en un lugar de Europa de cuya mancha no quiero acordarme,
Dios creó el cielo y la tierra y los llevó a conocer el hielo”.
______Este, el comienzo del Quijote, es seguramente el más famoso de la lengua castellana. Pero hay
otros: “¿Entraría a la Maga?”. Con estas palabras que resumen el espíritu de la novela, se abre Rayuela,
de Julio Cortázar. Y Juan Rulfo comenzó su Pedro Páramo con catorce palabras que son más o menos
famosas : “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivían mi padre, un tal Pedro Páramo”.
______O este otro, “Al despertar una mañana, tras un sueño intranquilo, el coronel Aureliano Buendía
encontróse en un hidalgo llamado Ismael.”
_______Comenzar es un dolor de cabeza (...) El más inquietante tendría que ser el de Kafka en La
metamorfosis: “Al despertar Gragorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse convertido
en un monstruoso insecto”. El que suspenda allí la lectura es porque es, por lo menos, otro insecto. (...)
Respuestas a la pregunta
De acuerdo con lo que supone el enunciado completaremos el siguiente texto, con conectores para darle coherencia y continuidad a la lectura.
Los Maestros Tienen La Palabra
Habitualmente, Las posibilidades son ilimitadas. Se trata de saber mezclar los clásicos. Dejo la tarea en manos de quienes quieren ganarse el Nobel. Recientemente, Un reciente artículo de la revista Time sobre García Márquez observa que Cien años de Soledad se inicia “con una de las más provocativas entradas de la literatura”. La recordamos para los candidatos aspirantes a ganarse el Nobel que aún no la sepan de memoria: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aurelio Buendía habría de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó
a conocer el hielo”.
Para empezar, ¿Bastará con echar mano a grandes párrafos iniciales para conseguir una entrada que sea superior a todas? ¿Podría obtenerse el revoltillo perfecto? Es decir, ¿Cómo empezar? Los escritores también se lo preguntan a diario, como los periodistas. Algunos se han fajado párrafos iniciales que ahora pertenecen a la memoria colectiva de la humanidad: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, rocín flaco y galgo corredor”.
No obstante, Lo que ni Time ni muchos admiradores de García Márquez saben es que esta bellísima entrada está inspirada en una frase de Pedro Páramo: “El padre Rentería se acordaría muchos años después de la noche en que la dureza de su cama lo tuvo despierto y después lo obligó a salir”. Alguna vez García Márquez dijo que en Cien años de soledad había escondido un homenaje a Juan Rulfo. Este es el homenaje. De igual manera, Por ejemplo: “Muchos años después, en un lugar de Europa de cuya mancha no quiero acordarme, Dios creó el cielo y la tierra y los llevó a conocer el hielo”.
Cabe destacar que Este, el comienzo del Quijote, es seguramente el más famoso de la lengua castellana. Pero hay otros: “¿Entraría a la Maga?”. Con estas palabras que resumen el espíritu de la novela, se abre Rayuela, de Julio Cortázar. Y Juan Rulfo comenzó su Pedro Páramo con catorce palabras que son más o menos famosas : “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivían mi padre, un tal Pedro Páramo”.
Por aquello O este otro, “Al despertar una mañana, tras un sueño intranquilo, el coronel Aureliano Buendía encontróse en un hidalgo llamado Ismael.” En resumidas cuentas, Comenzar es un dolor de cabeza (...) El más inquietante tendría que ser el de Kafka en La metamorfosis: “Al despertar Gragorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse convertido en un monstruoso insecto”. El que suspenda allí la lectura es porque es, por lo menos, otro insecto.
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