inicio nudo y desenlace de la mujer que llegaba a la seis
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La Mujer que Llegaba a las seis. Es una obra de Gabriel García Márquez escrita en 1950.
Inicio: Esta obra comienza hablando de un restaurante y su dueño que es llamado José, comienza un relato diciendo que a la seis, José dueño del restaurante abrió las puerta pero el sabía que entre media hora comenzaba a llegar las personas al restaurante. Pero a la sexta campana una mujer entro al restaurante y ella iba todos los días a esa hora, y se sentó como siempre sin decir nada, esta vez traía un cigarrillo sin encender, José la saluda y continuo limpiando el mostrador, luego le pregunto a la mujer que quería hoy y la mujer le contesto que primero quería enseñarlo hacer caballero cuando, cuando la mujer hablo apretó la boca para enseñarle a José el cigarrillo que tenía sin encender. José le dijo que no se había dado cuenta, fue busco las cerillas y encendió y la mujer se dobló para que el hombre lo encendiera y cuando hombre lo estaba encendiendo vio el hermoso pelo de la mujer. El hombre le dijo que estaba hermosa hoy la mujer le dijo que se dejara de tontería, la mujer luego voltio su mirada y vio hacia la calle por medio del ventanal. El hombre le dijo que le prepararía un bistec. La mujer le dijo que no tenía plata y José le dijo que hace tres semana no tenía plata pero siempre le hacía algo sabroso. El hombre noto una diferencia ese día de la mujer, siempre la mujer llegaba diciendo que tenia un hambre de perro y el hombre le comento y la mujer le dijo que si hasta que había llegado 15 minutos tarde pero hombre le expresó que si había llegado a esa hora, la mujer ese día estaba diferente. La mujer se sentía cansada, triste, fastidiada, sola la mujer le dijo al hombre que tenía casi 6 meses que no bebía el hombre le dijo que le regalaría un día entero y una noche para hacerla contentar. El hombre le repitió que la quería mucho, y la mujer le dijo crees que me quedaría contigo por un millón de pesos el hombre le dijo que no quería decirle eso y la mujer le dijo que no te lo digo por eso, es que ninguna mujer no soportaría la carga tuya ni por un millón de pesos, luego la mujer volvió a mirar la calle viendo lo transeúntes pasar, luego la mujer voltio y volvió hablar pero con una voz tierna y diferente. Es verdad que me quieres y el hombre le dijo es verdad sin mirarla, ella le dijo a pesar de lo que te dije y el hombre le dijo que me dijiste, lo del millón de pesos el hombre le dijo que ya lo había olvidado. Luego comenzó hablarle de los hombres que estaban con ella. Y le dijo que si se atrevería a matar a los hombres que se iba con ella y el hombre le dijo que sí. La mujer se echó a reír con tono de burla y le dijo que no pensaba que un hombre tan gordo y de ese carácter podía matar a otro que horror. El hombre se molestó por su conducta y el mando a dormir.
Nudo: la mujer llamo a José nuevamente con tono suave y le dijo tú te atreverías matar a un hombre que allá estado conmigo y José dijo que si, ella le dijo y si yo matara a uno de esos hombres tú me defenderías. El hombre se echó a reír y no dijo nada y la mujer le dijo no me contéstate respóndeme y él dijo eso no es tan fácil. La mujer le dijo que la policía que siempre le iba a creer a él y le continuo diciéndole. El hombre le pregunto en que lio se había metido y la mujer le dijo en nada, y luego le expreso que mañana no la vería más. Luego comenzó hablarle de porque una mujer podía matar a un hombre, comenzó a contarle muchas cosas fea que el hombre le hacía a una mujer y por qué ella podía matarlo luego el hombre cambio la conversación ya la mujer a punto de irse le dijo José sabes que hasta hoy me vas a ver, ya mañana no vengo más y el hombre le dijo que no se fuera pero ella le dijo que depende de ti.
Desenlace el hombre le pregunto que tenía que hacer y la mujer le dijo cualquiera que viniera a preguntarte tú le dirás que estaba aquí un cuarto para la seis. Luego le hiso su bistec y el hombre le dijo que si no quería otra cosa más y la mujer le respondió un cuarto de hora—dijo la mujer—. Acuérdate que estoy aquí desde las cinco y media. Asi termino esta lectura
Respuesta:
gracias por la ayuda de el cuento