Inicio del libro robin hood
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Su inicio en múltiples obras es el de un joven oculto en los bosques, quien roba a los ricos para darle a los pobres. Este está enamorado de Lady Marian Gilewater, hija del Barón de Arlongford, y el día de su ceremonia de casamiento, es interrumpida por el Príncipe Juan y sus soldados, declarando a Robin un enemigo de la justicia y un perseguido. Este logra huir a los bosques y de ahí gana el título de "príncipe de los ladrones".
Marian, encerrada con su padre, logra escapar y reunirse con su amado, seguido del cura-confesor, el Hermano Miguel, quien se cambia el nombre a Pequeño Juan y se hace uno de los aliados más fieles a Robin.
El Príncipe Juan se obsesiona con Marian y ordena buscarla con desespero, quemando el castillo de su padre e iniciando una serie de aventuras que eventualmente, terminarán llevándoles a encontrarse con el Rey Ricardo, quien devolvería los títulos nobles a Robin, indultaría a los perseguidos y le permitiría desposar a su amada.
Respuesta:
Hace cientos de años, los vikingos realizaron continuas campañas de conquista por toda Europa.
Estos audaces guerreros -daneses, noruegos o suecos-, tuvieron atemorizado a medio mundo durante tres siglos.
Sus aventuras parecían no tener límites geográficos: Alemania, Francia, España, Portugal o Rusia fueron visitados por los feroces vikingos.
Su ansia de expansión, apoyada en una gran preparación militar, les llevó a emprender arriesgadas expediciones por mares y ríos.
Las poderosas embarcaciones con las que contaban, únicas en la época, y su extraordinaria pericia como navegantes les permitían arribar a cualquier costa y penetrar por cualquier río. Su superioridad naval se hizo incontestable.
Adquirieron una gran experiencia en los ataques por sorpresa, y sus terribles y sangrientos saqueos llegaron a ser tristemente célebres en toda Europa.
Uno de estos pueblos vikingos, asentado desde hacía años en Normandía, emprendió la invasión de la vecina Inglaterra.
Este país, no muy lejano de las costas normandas, resultaba muy vulnerable por mar. La longitud de su litoral no permitía ni una vigilancia completa, ni una concentración rápida de las tropas para rechazar un desembarco.
Todo esto no pasó inadvertido a los ojos del duque normando Guillermo que, movido por su ambición y deseo de gloria, decidió preparar a conciencia el ataque a la isla.
-¡Venceremos a los sajones! -arengaba Guillermo a sus tropas-. Con la conquista de Inglaterra, nuestro poder se extenderá a otros reinos.