información sobre las manifestaciones de la literatura Paraguaya desde 1950 hasta la actualidad.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:La literatura de Paraguay tiene dos vertientes: la producida en castellano y la creada en guaraní, sin desmerecer la literatura del país en otras lenguas nativas. Con todo, debe decirse que la primera ha tenido mayor desarrollo y difusión que la segunda. La actividad intelectual tiene sus indicios en la época colonial, la cual se desarrollaría después con la llegada de la independencia en 1811. Desde entonces se implementaron auspicios favorables para la cultura. La literatura paraguaya es una de las más desconocidas de Hispanoamérica, y sus escritores conocidos fuera de sus fronteras son Josefina Pla, Gabriel Casaccia, Elvio Romero, Rubén Bareiro Saguier y Augusto Roa Bastos. Aunque la historiografía de la literatura hispanoamericana no incluye a autores nacidos después de 1940, este desconocimiento no implica que no exista un corpus de obras que por distintos motivos no trascendieron las fronteras del país.
Todo el siglo XX se caracteriza por el aporte literario de la primera generación de escritores que a su vez, fundaron y sentaron las bases de la cultura moderna del país. Gracias a ello se acelera el proceso de reconstrucción nacional en términos literarios, musicales y escenográficas. A pesar del estallido de la Guerra del Chaco en 1932, este acontecimiento supuso otra prueba para las instituciones que en aquel tiempo aun no tenían la firmeza necesaria para encauzar la vida pública. El presidente Eusebio Ayala y el general José Félix Estigarribia controlaron el conflicto y las actividades literarias no se vieron entorpecidas en aquella coyuntura. Durante los tres años de guerra, tanto en las trincheras como en la retaguardia se hizo una revisión de valores. El resultado de esta revisión se concreta en el arte: el teatro, la poesía y, posteriormente, la narrativa.
Durante los años 1940 se impone una lírica de vanguardia cuyo impulso renovador será decisivo para el estímulo y despertar de una nueva conciencia artística en promociones siguientes. Desde 1951 a 1960, la novela y el cuento alcanzan un nivel de excelencia que los incorpora a la mejor narrativa continental. El teatro, que ya durante los años de la guerra con Bolivia adquiere un auténtico sentido nacional, pugna a lo largo de las últimas décadas por cumplir un desarrollo parejo al de otros géneros como el ensayo, la nueva lírica y la última narrativa.