Información sobre Grosseteste y la luz como fundamento
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Respuesta:Grosseteste, luz sobre la luz
Juega con fuego Roberto Grosseteste al zambullirse en el fenómeno de la refracción y poner la óptica al servicio de la posibilidad de comprender el mundo más allá de las noticias que pregona la Biblia. Así, en De iride señala que podemos hacer aparecer del tamaño que queramos las cosas ubicadas a distancias increíbles. Juega con fuego, pero también con agua, al analizar la amplificación visual de los objetos que pasan por ella mucho antes de la invención del telescopio y de la carrera emprendida entonces por Galileo para construir su propio artefacto de observación celeste.
Pero la audacia del obispo de Lincoln sube otro peldaño. “Pienso que la primera forma corporal, a la que algunos llaman corporeidad, es la luz. En efecto, la luz por sí se difunde a sí misma por todas partes, de modo que desde un punto de luz se genera instantáneamente una esfera de luz muy grande, a no ser que se le oponga lo opaco”, afirma al dar comienzo a De luce seu de inchoatione formarum. Por cierto, es tentador pensar que el escolástico se hace eco aquí del Génesis y su divina sentencia “haya luz” (1,3); sin embargo, no son metáforas como las de los pasajes sagrados, sino declaraciones concretas, de aquellas tan comprobables como refutables. En su exposición, el Lincolniense se vale apenas de algunos aspectos del discurso cristiano en calidad de principios, como la perfección de Dios, la finitud del universo y la situación de centro que en este cabe a la Tierra, y lo que en realidad propone es un punto de vista personal sobre el modo en que el dogma pudiera hallar, para su realización, una ruta lógica. El maestro de Roger Bacon emplea en ese párrafo inicial el término arbitror, con lo que remarca, precisamente, que su planteamiento constituye una opinión personal, la hipótesis que abraza acerca de cómo han ocurrido las cosas, lo cual es muy distinto que efectuar una apología de la doctrina en la que cree. “La luz, por su infinita multiplicación producida por todas partes igualmente, extiende la materia del mismo modo por todos lados en forma de esfera, y se sigue, de la necesidad de esta extensión, que las partes extremas de la materia se extienden y se dilatan más que las partes más interiores, cercanas al centro. Y aun cuando las partes extremas se hubieran dilatado en un máximo grado, las partes interiores todavía serían susceptibles de una mayor dilatación”, sostiene, anticipando de ese modo algunos aspectos nodales que en torno a la expansión del universo desarrollarán centurias más tarde las teorías de la Nebulosa Protosolar y del Big-Bang. Grosseteste intenta compatibilizar, de esa manera, el estatus dado al globo terrestre por la religión con la multiplicación infinita de la luz extendiendo la materia a dimensiones finitas a través de un procedimiento en que a lo uno acontece lo dual, cuya composición es una terna que queda comprendida por lo cuarto. En efecto, desliza el autor la relación que desemboca en el número perfecto de los pitagóricos, donde 1+2+3+4=10. ¿Neoplatonismo? Desde luego. De hecho, esa secuencia de propagación de la materia convierte a las más elevadas en más espirituales y simples, y a las inferiores, en las más corporales y compuestas. ¿Aristotelismo? También, entre otras cosas porque su idea de que “la unidad es en potencia todo número siguiente” deriva en la constitución de fuego, aire, agua y tierra, más allá de los cuales la quintaesencia sería lo incorruptible. Por eso, concluye en Hexaemeron, “la armonía de las proporciones es la belleza”, y la luz, añade, “es bella en sí misma”.
Explicación: espero te sirva