Tecnología y Electrónica, pregunta formulada por Luzmi22, hace 5 meses

¿Influencias negativas de la tecnologia en la fruta y verdura?

Respuestas a la pregunta

Contestado por alixramirez1026
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Respuesta:

Actualmente, la alimentación ha pasado de ser una mera función biológica necesaria para aportar energía y nutrientes al organismo, a ser un tema que se encuentra en boca de todos y suscita interés y preocupación en el consumidor.

¿Cuáles han sido las causas?

Diversas son las razones que han inducido este incremento en la preocupación por los alimentos que ingerimos. Podemos citar, entre otros, los cambios de estilo de vida de las personas, mayor contacto intercultural, grandes avances en tecnología alimentaria y en nutrición… Todo ello ha permitido crear nuevos conceptos de alimentos y ser más conscientes del efecto que la alimentación tiene en la salud, tanto desde el punto de vista de la prevención de enfermedades como en el logro de un bienestar físico y mental.

Los avances científicos en el campo de la alimentación ponen de manifiesto que ésta tiene un efecto directo en la salud. Es necesario adoptar hábitos alimenticios que nos proporcionen una dieta saludable y equilibrada. Sin embargo, no hay una dieta única que sirva para todas las personas. Será distinta en función de las características de cada persona (sexo, edad, actividad física, etc) y deberá aportar al organismo los nutrientes (hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas y minerales) y energía para cubrir sus necesidades manteniendo un buen estado físico y mental.

Un modelo de dieta equilibrada, variada y completa es la llamada dieta Mediterránea. Los nuevos estilos de vida, la mayor integración de la mujer en el mundo laboral han llevado a la población a adquirir dietas alimenticias, que lejos de seguir las recomendaciones de la dieta Mediterránea, han optado por comidas de rápida preparación, con altos contenidos de hidratos y grasas que en numerosos casos crean estados carenciales de nutrientes esenciales y problemas de obesidad y malnutrición. Según estimaciones de la OMS, en 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos.

Otro aspecto a destacar es el envejecimiento de la población. De acuerdo con datos proporcionados por la OMS, el número de personas con 60 años o más, en todo el mundo, se ha duplicado desde 1980, y se prevé que alcance los 2000 millones de aquí a 2050. Como consecuencia directa del conocimiento del efecto de la alimentación en la salud, existe una tendencia a la “vuelta a la dieta de nuestros mayores, la dieta Mediterránea” para lograr reducir la incidencia de determinadas enfermedades y aspirar a un envejecimiento de calidad y activo.

Paralelamente, debido a los avances científicos y a esa preocupación creciente de los consumidores por el efecto de la alimentación en la salud y en la prevención de ciertas enfermedades de alta incidencia en la población, muchas de ellas relacionadas con dietas inadecuadas, como la hipertensión, colesterol, etc, se están desarrollando distintas líneas de investigación. Estas líneas están orientadas al desarrollo de alimentos que contengan esos compuestos que científicamente han presentado cierta acción preventiva sobre estas enfermedades. Son los llamados alimentos funcionales como yogures con esteroles, leches con omega 3 etc. que hoy en día, forman parte de nuestra cesta de la compra.

En este sentido, los centros de investigación realizamos costosas y rigurosas investigaciones en el desarrollo de ingredientes alimenticios y alimentos con efecto demostrado en la prevención de ciertas enfermedades; alimentos con probióticos, alimentos que favorecen una acción antioxidante, alimentos ricos en fibra, etc. También debemos tomar conciencia de nuestro papel frente a la sociedad. Los beneficios nutricionales y saludables de los alimentos funcionales deben estar fundamentados en una sólida base científica. En los últimos años han sido lanzados al mercado numerosos alimentos sin un adecuado estudio. Así en 2006 Europa lanza el Reglamento Nº 1924/2006 que regula las alegaciones sobre la salud (claims), que se declaran en los alimentos funcionales y que intentan proteger al consumidor de alimentos placebo.

Explicación:

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