inflamación sobre las inundaciones en tartagal y la expulsión de sus tierras de muchos pobladores originarios y campesinos
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Respuesta:
El alerta que pesa sobre Tartagal
Tras un estudio exhaustivo después de la tragedia ocurrida en febrero de 2009, el Servicio Geológico Minero Argentino concluyó que el desmonte y la actividad petrolera influyeron en el fenómeno. Y advirtió sobre un posible nuevo desastre.El 9 de febrero de 2009 amaneció con llovizna leve, a las 8 se transformó en diluvio y a las 10 se escucharon las sirenas. El alud de tierra, agua y árboles talados bajó del cerro formó un dique natural y desbordó sobre la ciudad de Tartagal. Dos muertos, mil afectados, 900 casas destruidas y pérdidas millonarias. A pesar de que tres años antes una investigación de la Universidad Nacional de Salta había alertado sobre la fragilidad del ambiente y la acción de empresas extractivas, desde los ámbitos de gobierno se culpó a la naturaleza. Las compañías agropecuarias y madereras deslindaron responsabilidades y las empresas de hidrocarburos optaron por el silencio. Campesinos, indígenas y organizaciones sociales apuntaron a la incidencia de la destrucción del monte del nativo, la tala y la acción hidrocarburífera. A un año del alud en Tartagal, una investigación del Servicio Geológico Minero Argentino –el organismo científico y técnico más especializado en el estudio de la tierra– confirma el impacto de la acción extractiva del hombre junto a los factores naturales para explicar lo sucedido y alerta que la tragedia puede repetirse. El gobierno de Salta rechaza esa hipótesis e insiste en factores naturales (ver aparte).
Tartagal está ubicada al noreste de Salta, al límite con Bolivia. Es la cabecera del departamento de San Martín, que cuenta con petróleo, gas, tierras productivas, bosques frondosos, selva y agua. Se encuentra dentro de uno de los territorios de mayor biodiversidad del país, la selva de yungas y el chaco salteño. Es la región más rica de Salta, pero también es la zona con más pobres de la provincia. Vivió su auge y desarrollo de la mano de YPF, que empleaba a la mayor parte de la población. Las privatizaciones trajeron desocupación, exiguos planes sociales y políticas asistencialistas. La industria maderera es histórica. La extracción de petróleo y gas tiene un siglo y el monocultivo de soja sólo lleva una década y media. Las comunidades indígenas y campesinas lo sindican como las causas de sus males: desalojos violentos, expulsión hacia los márgenes de las ciudades y destrucción del monte que les brinda alimentos.
El Servicio Geológico Minero Argentino es un organismo descentralizado que depende de la Secretaría de Minería de la Nación. Cuenta con 103 años de trayectoria en la actividad científica y técnica orientada al conocimiento del territorio para la explotación de los recursos minerales, muy vinculado con el accionar privado. Ante lo sucedido en 2009, un grupo de profesionales del organismo y un investigador del Conicet comenzaron a indagar por qué se había producido el desastre. Recorrieron el lugar y utilizaron información del Servicio Meteorológico Nacional y de cuatro satélites (de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón), que posibilitaron la interpretación de las características topográficas, geológicas y de vegetación del lugar.
“Inundación de detritos en la ciudad de Tartagal” es el título de la investigación, que asegura que el desastre contó con una sumatoria de factores naturales y antrópicos (intervención del hombre).
Raúl Seggiaro es doctor en geología, docente de Geología Estructural en la Universidad de Salta y miembro del equipo del Segemar que investigó las causas del alud. “Sostener que el alud se debió sólo a causas naturales no tiene ningún fundamento técnico, guarda una clara intencionalidad política y se podría asemejar mucho a un encubrimiento del accionar de las empresas”, analizó y ejemplificó que el desmonte en la cuenca baja tiene su consecuencia hacia atrás y arriba del río, con erosión y mayor deslizamiento de suelos.
El trabajo del Segemar, que es presentado como “informe preliminar”, señala la acción del hombre: “Las actividades realizadas en la zona se relacionan con la acción petrolera (picadas, caminos y líneas sísmicas); explotación maderera; actividad agropecuaria; oleoductos y obras civiles para infraestructura de la ciudad. La tala selectiva y la deforestación para caminos, tendidos eléctricos y picadas aumentan la erosión y la escorrentía (agua que corre por la superficie)”.
Explicación:
no creo que haga fata xddd