imperios coloniales
Respuestas a la pregunta
la extensión del dominio de un país (metrópoli) sobre unos territorios (colonias) para su explotación económica. Como sinónimo a veces se utiliza el término colonialismo en el sentido del dominio, establecido y mantenido durante largo tiempo, sobre un país extranjero, separado de la potencia dominante a la que se halla subordinado. Este concepto nació para designar la dominación sobre gente de otra raza; más específicamente, el dominio o control político directo por países europeos o de origen europeo, sobre pueblos asiáticos o africanos.
El mundo a la llegada de los europeos a América.
Imperios coloniales siglo XVII
En tercer lugar decir que ya en el siglo XIX dichos imperios coloniales sufren grandes transformaciones sobre todo en América: los imperios español y portugués decaen y casi desaparecen con el proceso de independencia de sus colonias que fue consecuencia indirecta de las guerras napoleónicas (entre 1800 y 1815 aproximadamente) y del ejemplo de la guerra de independencia estadounidense o «revolución americana» (1775 y 1783) y la Revolución Francesa (ocurrida entre 1789 y 1799). Ello hace que se desplace el interés por el expansionismo de muchos países europeos hacia otros continentes como el africano, el asiático y Oceanía. El imperialismo del siglo XIX fue una consecuencia lógica del desarrollo de la Revolución Industrial. Por un lado, el crecimiento de la industria y la nueva economía capitalista necesitaban territorios, mercados, materias primas… Se exploró el interior de África y se penetró en Asia. El hombre blanco se sentía superior al resto de la humanidad y con derecho a dominarla. Además surgen nuevos estados como Alemania e Italia (fruto de la unificación alemana de 1866 y culminada en 1871 con Prusia a la cabeza y de la unificación italiana de 1861 con el Piamonte como estado protagonista) que intentan emular el ejemplo expansionista del Reino Unido, Francia o Bélgica que buscan nuevos territorios para colonizar y explotar. Se desarrollan extraordinariamente los medios de transporte (locomotora a vapor, barco de vapor), con un enorme desarrollo económico y es el momento de los grandes exploradores europeos por África y de las expediciones geográficas por los confines del mundo por parte de franceses (Maizan, Brazza), británicos (Mungo Park, Burton, Speke, Stanley, Livingstone, Scott) o alemanes (Overweg, Vogel, Rolfs), especialmente en el interior de África.
Las causas de la expansión imperialista de Europa, en el siglo XIX, por el mundo son múltiples:
• El crecimiento de la población europea: En la segunda mitad del siglo XIX la población europea pasó de 300 a 450 millones de personas, gracias a los avances de la Revolución Industrial. Esto provocaba una fuerte presión demográfica sobre los recursos económicos.
• Las necesidades del nuevo sistema económico capitalista europeo: Conseguir materias primas y fuentes de energía baratas, que en Europa escaseaban. Además con el tiempo, los mercados empezaron a dar muestras de saturación. Era preciso, encontrar nuevos mercados, en los que colocar esos capitales.
• Causas políticas del imperialismo: Tras el triunfo de las revoluciones burguesas en Europa, la burguesía fue evolucionando cada vez hacia posturas más conservadoras por miedo a las protestas de las masas populares. Además, las distintas potencias europeas trataban de conseguir el control militar y comercial de las principales rutas marítimas y terrestres, intentando mantener alejados a los rivales del área de influencia de cada nación.
• Factores ideológicos y científicos: Se potenció el fomento de estudios geográficos y antropológicos. Las sociedades geográficas alcanzaron una enorme importancia y contribuyeron a difundir los descubrimientos mediante conferencias y congresos. El darwinismo social, con sus presupuestos sobre la evolución de las especies justificaba el predominio de los blancos.
Expansión colonial europea por África, Asia y Oceanía (1815-1870)
Estados Unidos y Rusia son dos casos particulares ya que se expanden tan extraordinariamente que sus territorios alcanzan dimensiones continentales y todo ello gracias en parte a la construcción del ferrocarril: hacia el Oeste en Norteamérica con el enlace de los tramos de las compañías Union Pacific y Central Pacific en Utah en 1869 en el caso de los Estados Unidos y hacia el Este en el caso de Rusia en Asia Central y Siberia con la culminación de la ruta del ferrocarril transiberiano iniciado en 1891 y culminado en 1916 y una de cuyas consecuencias fue la guerra ruso-japonesa (1904-1905). Es interesante el caso del territorio de Alaska en el extremo noroccidental de Norteamérica: desde el siglo XVI-XVII está en manos de Rusia pero fue comprado por Estados Unidos en 1867.