imagina que eres un niño que vive en el antiguo inventa una historia de como vive tu civilazacion
porfavor que sea corta pero buena
la necesito ya
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Él pequeño joven habría despertado en sus cálidas habitaciones, cuándo la criada corrió a abrir sus cortinas. Es verdad que daba un día agradable, y que tenía las mejores habitaciones hacia un extenso y bello jardín. La verdad se podría decir que en la actualidad, su “habitación” sería como una pequeña casa. Pisos de piedra pulida y muebles antiguos, y las más caras telas que habría podido comprar su padre, al intento de mantener al margen la calidad de lo que se podía permitir con sus riquezas.
Descendió con cuidado de su cama, un colchón de plumas con al menos dos palmos de grosor.
La criada era una joven zamba, con una sonrisa agradable y de rostro amable con el pequeño, pero aún así se le detonaba una mirada distante y vacía; vestía al infante con la mayor delicadeza posible, cómo si fuera frágil y si lo hiriera pasaría algo malo. El pequeño, claramente ignoraría esto, era demasiado pequeño para entender el por qué de un trato tan fino hacia a él. La vestimenta del pequeño para hoy era una camisa de mangas holgadas, y un chaleco azul zafiro y marfil, un pantalón de sedas finas de un color beige claro, que combinaba perfectamente con su pálida piel.
Después de esto, se dirigió a pequeños saltitos hacia el gran comedor, feliz por ver a sus hermanas más grandes, padre y madre.
La verdad es que, a pesar de ser el más pequeño, sería el heredero de todo lo que su padre le dejara cuándo falleciera. Su hermana mayor sentía algo de resentimiento hacia él por esto, y lo odiaba en secreto, ya que a ella era que le correspondía heredar toda la fortuna de su padre, pero este no pensaba así; por años intentó tener un pequeño varón, y por resultado tuvo tres encantadoras hijas, al final, ya no albergaba muchas esperanzas de tener un hijo varón de heredero, pero he aquí, cuándo perdió totalmente ilusión, vino el pequeño crío al mundo, sus padres, CRIOLLOS, eran muy creyentes a la fé de Dios, así decidieron ponerle de nombre Mateo, que significa regalo de Dios; demás de ser muy participantes en la práctica de la evangelización hacia los índigenas y la mayoría de gente con un rango de piel más oscura, más que todo tratando de pasarlos a evangelizar a través de encomiendas y trabajos hacia sus propias tierras.
La silla del pequeño rubio estaba situada al lado de su padre, como un deje de preferencia hacia él, ya que las demás integrantes de la familia estaban bastante lejos por la amplia mesa. Hubo varias miradas de recelo por parte de sus hermanas. Primero hubo una pequeña bendición y gracias por la comida y estar un día más sentados ante una mesa repleta de alimentos. Pronto, la criada empezó a servir la sopa en los platos, mientras a su lado, un pequeño niño limpiaba apresuradamente los vasos con un trapo limpio para la familia.
Cuándo llegó su plato, Mateo miró rápidamente al pequeño zambo, que por suerte, le devolvió la mirada unos instantes, así manteniendo un pequeño cruce de miradas, pero rápidamente desvió la mirada hacia las copas para seguir con su labor. El pequeño tenía unos ojos vivos y radiantes a pesar de ser muy oscuros, y aún así estaban sumidos en miedo.
Todos los empleados de la casa eran de una piel oscura, y le desanimaba un poco al joven no poder hacer amigos dentro de la casa con los demás chicos. Normalmente no le daban ni caso omiso, sólo le daban atención rápidamente cuándo pasaba a romper algo, el reía por la rápidez de los chicos, pero ellos no hacían más que mirarlo con miedo. Mientras los demás niños con los que podía jugar, sus padres sólo los dejaban pasar hasta el jardín, era muy riguroso ya que del todo no eran comparables con la clase de su propia familia, así que, no tenía amigos para jugar en su cuarto, recibía clases privadas y no se le permitía hablar con muchos jovenes, a menos de que tuviera la autorización de su padre, por parte, la criada que acompañaba siempre a Mateo se encargaba de que no se le acercaran.
El pequeño comía con prisa, mientras la empleada trataba de limpiar al joven ya que ensuciaba su boca con la comida a cada momento. Cuándo casi terminó de comer, miró a su padre e hizo un pucherito, su padre sabía que era lo que quería, pero negó con la cabeza. La verdad no estaba completamente satisfecho con la comida, y nunca lo había estado, porque en su casa, nunca se dejaba bien visto comerse todo lo que contuviera el plato, sucedía lo mismo con la leche, siempre había que dejar un poco en el vaso; por esa razón siempre se colaba en la cocina para buscar algo más de lo que se le permitía de su porción en la mesa.
Dejó los cubiertos en la mensa y se dirigió a jugar al jardín, y sentándose bajo un árbol, veía a los mestizos, en su mayoría zambos. Había escuchado que ese día llegarían nuevos empleados a su hogar, aunque, no entendía el por qué se les debían decir esclavos. Pero aún así, su madre insistía que les dijera empleados.
Explicación:
La creé hace un año para un trabajo de historia, nya.