Imagina que eres un (a) abogado(a) defensor (a) de los derechos humanos y debes tomar el caso de una familia que está siendo desalojada de su vivienda en medio de la pandemia.
1. Describa la situación imaginada para introducir al lector en ella.
2. Organice la defensa de esta familia con buenos argumentos desde el punto de vista ético y de los derechos humanos en un párrafo de 10 renglones finalizando con una reflexión o conclusión.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:BOGOTÁ— Lucia Cupitra estaba de pie en un pedazo de tierra removida en uno de los barrios más pobres de la ciudad y recordó aquel día cuando llegó el gobierno, apenas el mes pasado.
Cupitra, de 33 años, es madre soltera, tiene cinco hijos y es originaria de la comunidad indígena de Pijao. Abandonó su pequeño pueblo en el centro occidental de Colombia después de negarse a pagar por protección a un grupo guerrillero local. Aquí, en una choza de hojalata en una ladera de la extensa Ciudad Bolívar, en Bogotá, su familia había encontrado un grado de seguridad y, aunque no tenían comodidades, al menos tenían agua corriente, electricidad y un baño funcional.
Recibe noticias y columnas de opinión sobre el coronavirus en español en nuestro boletín
Entonces, relata Cupitra, las fuerzas de seguridad del gobierno llegaron, obligaron a su familia a salir de la vivienda improvisada y la demolieron.
AD
“Nos echaron como si fuéramos perros. No me avisaron. Les rogué que me dieran tiempo, pero destruyeron casi todas mis cosas”, cuenta.
Las autoridades de la capital colombiana han impuesto una estricta cuarentena para evitar la propagación del coronavirus. La alcaldesa Claudia López ha salido a la calle con un altavoz para decirle a la gente que se quede en casa. El país ha reportado casi 40,000 casos y más de 1,300 muertes.
Pero eso no ha impedido que, desde principios de mayo, las autoridades desalojen a cientos de familias del barrio informal Altos de la Estancia.
Los residentes del asentamiento no autorizado, muchos de ellos refugiados de la guerra civil que duró medio siglo, dicen que los desalojos han reducido su población de 1,000 familias a cerca de 100.
Policías entran al área en la que se van a realizar los desalojos en Altos de la Estancia, Bogotá, el 29 de mayo de 2020. (Nadège Mazars para The Washington Post)
Policías entran al área en la que se van a realizar los desalojos en Altos de la Estancia, Bogotá, el 29 de mayo de 2020. (Nadège Mazars para The Washington Post) (Nad�ge Mazars/For The Washington Post)
Nayibis Cervantes, de 27 años, y su pareja, ambos residentes de Altos de La Estancia, en Bogotá, escuchan a un oficial de la municipalidad tratando de de convencerlos de desalojar su hogar, el 29 de mayo de 2020. (Nadège Mazars para The Washington Post)
Nayibis Cervantes, de 27 años, y su pareja, ambos residentes de Altos de La Estancia, en Bogotá, escuchan a un oficial de la municipalidad tratando de de convencerlos de desalojar su hogar, el 29 de mayo de 2020. (Nadège Mazars para The Washington Post) (Nadège Mazars/For The Washington Post)
Los funcionarios de la ciudad, que han arrasado con asentamientos similares en otros puntos del país, dicen que están protegiendo a la gente que vive en terrenos precarios propensos a deslaves. Aseguran que convertirán el terreno en un parque. Están ofreciendo a las familias dinero para cubrir tres meses de renta en otra parte.
AD
“Por desgracia, esta tierra no se puede habitar y más de una vez se ha recuperado”, dice Nadya Rangel, secretaria de Vivienda de Bogotá. “Esta situación ha sucedido durante más de 23 años. Permitir que la gente viva ahí pone en peligro su vida”, asegura Rangel.
Miembros de la comunidad muestran videos de policías antidisturbios fuertemente armados disparando gas lacrimógeno y destruyendo casas. Algunos de los habitantes que se negaron a salir aún estaban dentro de sus casas cuando comenzaron las demoliciones. Aseguran que la policía hirió con proyectiles a los habitantes; los niños están aterrados. Algunos dicen que las autoridades amenazaron con llevar a sus hijos a agencias de servicios sociales si no cooperaban.
A Cupitra le ofrecieron refugio, pero resultó ser “una completa mentira”.
Gran parte del asentamiento está demolido; zapatos, colchones de espuma, ropa y juguetes terminaron como residuos en el lodo y los escombros.
AD
López ha recibido críticas de los medios locales y los grupos de derechos humanos por autorizar los desalojos durante la cuarentena. Sus asistentes no nos concedieron una entrevista.
Explicación:
Pues yo creo que hay que tener un poco de consideracion de esa familia ya que se quedan sin casa y no podran vivir en una vivienda y ala familia la desalogaron por falta de pago. Entonces no creo que tengan dinero para alquilar un cuarto o para irse a un hotel asi que eso esctaria muy mal en tiempos de pandemia ya que se quedarian sin hogar y seguranmente eso produciria la muerte de toda la familia por el virus y por averle hechado de su hogar