Ciencias Sociales, pregunta formulada por dianaalexav8439, hace 11 meses

IDENTIFIQUE A QUE CLIMA PERTENECE 1. Se da en el sur de Europa, en torno al mar Mediterráneo. Los veranos son calurosos y secos, debido a la influencia De las masas de aires tropicales, y los inviernos frescos. Durante las estaciones de otoño y primavera se concentran gran parte de lluvias


carlosfelipexs: La sistematización del clima mediterráneo: identificación, clasificación y caracterización climática de Andalucía (España)

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Contestado por carlosfelipexs
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Respuesta:

La sistematización del clima mediterráneo: identificación, clasificación y caracterización climática de Andalucía (España)

Explicación:

RESUMEN

Las clasificaciones zonales -macroclimáticas- son difícilmente aplicables en ámbitos regionales, donde existe una particular interacción de factores climáticos de tipo geográfico y dinámico. Especialmente complejas resultan las heterogéneas regiones sometidas al cambiante clima mediterráneo, que adolecen de una sistematización escalar adecuada. Atendiendo a esta necesidad se presenta, por primera vez, una propuesta de clasificación interescalar basada en estadística multivariante y el criterio experto. El método se aplica a la comunidad autónoma de Andalucía (España), identificándose y caracterizándose cinco regiones climáticas y veintiún tipos climáticos. Se concluye que la metodología utilizada permite su extrapolación a otros ámbitos geográficos complejos, independientemente de la escala espacial y temporal de trabajo.

Palabras clave: Clasificación climática, estadística multivariante, Andalucía.

K

 

El clima ejerce una influencia notable en la configuración de los medios naturales de la Tierra y en la antropización que estos han experimentado desde la prehistoria hasta la actualidad, lo que explica el interés que su conocimiento ha suscitado desde la Antigüedad (Viers, 1981: 113; Fernández, 1995: 13). Para la mejor comprensión del sistema climático y su integración en los actuales modelos de planificación territorial, resulta imprescindible la sistematización de un volumen creciente de datos meteorológicos. En este sentido, las clasificaciones climáticas permiten definir y tipificar espacios climáticos con características similares (Khlebnikova, 2009).

Son numerosos los intentos de división del clima en grupos claramente definidos y fácilmente distinguibles (Strahler y Strahler, 2000), si bien es una tarea no exenta de dificultades dada la heterogeneidad climática de cualquier punto del Planeta y la artificialidad inherente a los límites (Blair, 1942). A escala planetaria se han realizado las clasificaciones climáticas de carácter científico más relevantes. Vladimir Koppen presenta en 1900 la primera propuesta de corte cuantitativo (Sparovek et al., 2007: 257); Emmanuel de Martonne en 1909 desarrolla una clasificación climática de tipo geográfico; Charles Thornwaite hacia 1948 elabora una tipificación climática basada principalmente en la eva-potranspiración potencial y la precipitación media anual; Juan Papadakis desarrolla entre 1952 y 1975 una zonificación de aplicación agronómica; Arthur Strahler propone en 1974 una clasificación de tipo genético; finalmente, cabe destacar el sistema de clasificación bioclimática a escala planetaria de Rivas-Martínez, desarrollado entre 1996 y 2009.

Buena parte de los macroclimas definidos en estas clasificaciones zonales son difícilmente reconocibles o de aplicación poco práctica en determinados ámbitos regionales y locales, debido a la particularidad que adquieren en ellos los elementos del clima. El macroclima mediterráneo es un caso paradigmático, ya que presenta una elevada variabilidad derivada de factores geográficos y la gran irregularidad de mecanismos atmosféricos que dirigen su dinámica. Un caso particular, en el contexto geográfico de este macroclima, lo constituye la Península Ibérica (suroeste de Europa), donde la complicada orografía de su territorio provoca que las clasificaciones climáticas zonales carezcan de significado (Font, 2000: 239). En consecuencia, en España se han desarrollado otras sistematizaciones del clima como las elaboradas por Allué (1966, 2000), Olcina (1994), Rivas-Martínez & Loidi (1999), Capel (2000) o Rasilla (2003). En este territorio, existen ámbitos regionales donde la complejidad climática es todavía mayor, debido a la particular interacción de factores climáticos de tipo geográfico y dinámico, como, por ejemplo, Andalucía.

En esta región son numerosos los estudios climáticos, tanto de tipo analítico como sinóptico y dinámico que, a diferentes escalas, abordan la mediterraneidad como rasgo más característico del clima. A escala regional cabe destacar las obras de Capel y Andújar (1978), Capel (1987), Pita (1987), Rodrigo & Esteban-Parra (1994), Pita et al. (1999) y Rodrigo et al. (2012). A nivel provincial sobresalen las publicaciones de Bosque (1957) y Capel (1977a). Mientras que, entre los análisis comarcales resaltan los trabajos de Due (1959), Capel (1975, 1977b, 1978), Castillo (1981, 1985), Valle (1982), Frontana (1984), Pita et al. (1985), Olmedo-Cobo y Villacreces (2008) y Oliva y Gómez-Ortiz (2012). Sin embargo, son escasas las propuestas de sistematización del mosaico climático de Andalucía, destacando la clasificación genética regional de Castillo (1989) a partir de los tipos de tiempo y, en el marco de estudios comarcales de paisaje, las clasificaciones de Jiménez (1991), Ibarra (1993), Gómez-Zotano (2006) y Gómez-Zotano y Riesco-Chueca (2010).

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