Historia, pregunta formulada por pollito1293, hace 2 meses

Identificar y explicar las crisis de la mentalidad burguesa.

Respuestas a la pregunta

Contestado por ismaelcastaneda898
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Respuesta:

Explicación:

El destino de la mentalidad burguesa

Bajo la angustia que produjo en su ánimo la situación que siguió a la Primera Guerra Mundial, Paul Valéry escribió en 1919, con claridad ejemplar, el ensayo que tituló La crisis del espíritu. A medio siglo de distancia vuelve a ser sugestiva su lectura, acaso más que la primera vez. Valéry advirtió precozmente un extraño fenómeno que él llamó la crisis intelectual de Europa, y preanunció el inevitable derrumbe de todo el mundo de ideas y valores que había predominado durante siglos, tras el cual «las obras de Keas y de Baudelaire» —decía el poeta eligiendo los ejemplos que le eran caros— irían a reunirse con las de Menandro en el insondable abismo de la historia olvidable.

Ciertamente, Valéry percibía otras crisis. «La crisis militar —escribía— tal vez ha terminado. La crisis económica es visible en toda su fuerza». Pero lo que atrajo su atención de un modo dramático fue lo que él llamó la crisis intelectual, sin duda la más difícil de descubrir y sopesar pero en la que él entreveía los más decisivos presagios. Valéry creyó ver en ella los comienzos de un cambio profundo y decisivo que, a la larga, trastornaría los fundamentos mismos del orden tradicional. El «Hamlet intelectual» de Valéry —acaso él mismo— se encara aterrado con las figuras más preclaras del pensamiento europeo, y al descubrir que están realmente muertas, comienza a meditar sobre «la vida y la muerte de las verdades». Europa era, en rigor, lo que preocupaba a Valéry, seguramente porque sospechó que había llegado la hora de su ocaso como foco de un mundo que ella había creado a su imagen y semejanza. Y, ciertamente, Europa era el hogar de ese mundo de ideas y valores que Valéry veía entrar en crisis. No se equivocaba. Los tiempos que siguieron profundizarían y acelerarían la disolución de ese mundo de ideas. Pero no nos equivoquemos nosotros: no sólo el mundo de las ideas puras, de las ideas caras a las minorías intelectuales, las de Leonardo, Leibniz o Kant, sino también las ideas primarias y radicales que constituyen el patrimonio básico y la forma mentís de nuestra sociedad. Porque, ya hoy, para el historiador es evidente —como premonitoriamente lo advirtió el poeta— que lo que ha entrado irremediablemente en crisis es el sistema mismo de la mentalidad burguesa.

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