identificar los elementos sintagma Un buen libro de la historia universal.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Dificultades históricas para el establecimiento de una unidad intermedia entre palabra y oración
El término que ha resultado ganador entre los diversos candidatos propuestos para denominar la unidad intermedia entre palabra y oración, el de sintagma, apareció en la lingüística española cargado de polémica. Ya en 1950, primera referencia del término que poseemos, afirmaba Julio Casares lo siguiente:
“No se nos oculta que este tecnicismo sintagma, además del significado expuesto - conglomerados donde las palabras se funden en un bloque significante y se influyen recíprocamente (hecha un brazo de mar; la mar de gente, etc.)- tiene otros en la lingüística moderna; y son, por cierto, tantos y tan contradictorios que lo están poniendo en peligro de ruina. Diremos solamente, por vía de ejemplo, que cuando von Pirquet, para denominar ciertos fenómenos parejos de la anafilaxia, inventó la palabra alergia, fué ésta tan bien recibida por los técnicos que hasta se difundió en el lenguaje usual y reclamó un lugar en los diccionarios de tipo general. Al cabo de treinta y cinco años “alergia” ha llegado a significar tantas cosas que empieza a resultar inservible. Tanto es así que el Dr. Marañón nos decía recientemente que la entrada de esa palabra en el Diccionario académico ya no estaba justificada. Conste, pues, para evitar equívocos, que el término “sintagma” sólo tendrá, en lo sucesivo, el significado que acabamos de darle (V. apart. 165)”.[1]