I’ll always remember a story about my dad when he was young, growing up on a farm. He explained there were various buildings around the farm, some of which
has been filled
had been filled
with farm vehicles for years. Now, my dad used to enjoy playing outside. But as he had a lot of freedom as a child, there was one rule he had to remember. Circumstances he was to open the door to the building at the side of the yard. But one day, when his father was busy, and even though he knew the door was supposed to be keep tightly shut, my dad couldn’t resist looking inside. There, he saw the most beautiful car he could ever be imagining. It was shiny red, the opposite of the dusty old farm vehicles. He didn’t want to get caught, so he took one last look and hurried outside. But unfortunately, he didn’t shut the door properly. What happened was that the farm’s chickens got in and jumped all over the car, creating a terrible mess. When my grandfather found out, he was very cross, and my dad was making to clean the car. But it was worth it, because he discovered that his dad, my grandfather, was storing the car to give to him when he turned 18.
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Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Siempre recordaré una historia sobre mi padre cuando era joven y crecía en una granja. Explicó que había varios edificios alrededor de la granja, algunos de los cuales ha sido llenado había sido llenado con vehículos agrícolas durante años. Ahora, mi papá disfrutaba jugar afuera. Pero como tenía mucha libertad cuando era niño, había una regla que tenía que recordar. Circunstancias que debía abrir la puerta del edificio al lado del patio. Pero un día, cuando su padre estaba ocupado, y aunque sabía que se suponía que la puerta debía estar bien cerrada, mi padre no pudo resistirse a mirar adentro. Allí, vio el auto más hermoso que jamás podría haber imaginado. Era de un rojo brillante, lo opuesto a los viejos y polvorientos vehículos agrícolas. No quería que lo atraparan, así que echó un último vistazo y salió corriendo. Pero desafortunadamente, no cerró la puerta correctamente. Lo que pasó fue que las gallinas de la granja se subieron y saltaron por todo el carro, creando un lío terrible. Cuando mi abuelo se enteró, estaba muy enojado, y mi papá estaba haciendo para limpiar el auto. Pero valió la pena, porque descubrió que su papá, mi abuelo, estaba guardando el auto para dárselo cuando cumpliera 18 años.